La transición energética hacia fuentes renovables y sostenibles se ha convertido en una prioridad global en la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones de carbono.
En este contexto, dos industrias en particular, la de petróleo y gas y la de servicios eléctricos, que desempeñan un papel fundamental en el suministro de energía, están bajo presión para descarbonizar sus operaciones.
Según el reporte ‘Global Carbon Budget 2022‘, del Global Carbon Project, las emisiones fósiles presentaron un aumento del 1,0 por ciento, alcanzando un nuevo récord de 36.600 millones de toneladas de CO2 (GtCO2). Esto no es muy distinto en el sector energético que actualmente representa el 42 por ciento de las emisiones globales, según la plataforma Climate Watch Data.
La descarbonización es esencial no sólo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también para impulsar la transición hacia fuentes de energía más limpias y renovables.
En ese sentido, la integración de tecnologías como el Edge Computing en la gestión de recursos energéticos distribuidos se convierte en un componente clave para lograr una descarbonización efectiva y acelerar la transición hacia un futuro energético más sostenible y resiliente.
Antes de enfatizar en la relación entre el Edge Computing y la transición energética, es importante comprender de qué se trata este concepto.
En términos simples, la computación de borde se refiere a la realización de tareas de procesamiento de datos cerca del punto de origen de estos, en lugar de enviarlos a una ubicación centralizada, como en la Nube, lo que permite un procesamiento más rápido de los datos y una toma de decisiones más ágil en tiempo real.
“La industria tecnológica y de gestión de datos necesita cada vez más una mejor infraestructura como el Edge Computing para abordar las deficiencias de las aplicaciones y servicios basados en la Nube en términos de rendimiento y cumplimiento normativo. Este desafío se agudiza en un contexto en el que la digitalización impulsa la demanda de aplicaciones de alto rendimiento, especialmente en el ámbito de la Internet de las cosas (IoT)”, afirmó Natalia Mora, IT Channel Manager Suramérica en Schneider Electric.
Desafíos de la transición energética
La transición hacia una matriz energética más limpia y sostenible presenta una serie de desafíos, incluyendo la intermitencia de las fuentes de energía renovable, la necesidad de modernizar la infraestructura energética existente y la gestión eficiente de la demanda y la oferta de energía.
Estos retos requieren de soluciones innovadoras y tecnológicas para garantizar la estabilidad y fiabilidad del suministro energético.
La integración de Edge Computing a la transición energética proporciona diversos beneficios y oportunidades, como la mejora de la eficiencia energética y la reducción de costos operativos, el aumento de la fiabilidad y estabilidad de la red eléctrica, la integración de fuentes de energía renovable y el empoderamiento de los consumidores para tomar decisiones más informadas sobre su consumo de energía.
El Edge Computing tiene un papel vital que desempeñar en la transición hacia un futuro energético más sostenible.
Su capacidad para procesar datos en tiempo real y tomar decisiones cerca del punto de origen de los datos ofrece oportunidades significativas para mejorar la eficiencia y la fiabilidad de los sistemas energéticos.
A medida que continuamos avanzando hacia un mundo más limpio y resiliente, esta herramienta se presenta como indispensable en la búsqueda de soluciones innovadoras y tecnológicas para abordar los desafíos de la transición energética.
El Edge Computing tiene un impacto significativo en la transición energética de varias maneras:
Optimización de la gestión energética: al procesar datos en el borde de la red, el Edge Computing permite una gestión más eficiente de la energía en tiempo real. Esto incluye la optimización de la generación, distribución y consumo de energía, lo que puede ayudar a minimizar desperdicios y mejorar la eficiencia global del sistema.
Gestión de redes inteligentes: las redes eléctricas inteligentes, o Smart Grids, se benefician enormemente del Edge Computing. Al permitir la recopilación y análisis de datos en tiempo real, este facilita la detección y resolución rápida de problemas en la red, así como la integración de energía renovable de manera más efectiva.
Mantenimiento de la red eléctrica: les permite a las empresas, especialmente de servicios públicos, transitar de un enfoque de mantenimiento reactivo a un sistema de mantenimiento más predictivo.
“La transición energética plantea varios retos desde distintos frentes. El Edge Computing podrá acelerar el camino hacia un futuro energético más sostenible y resiliente, optimizando la gestión energética, facilitando la transición a redes inteligentes y un mantenimiento más predictivo de la red eléctrica”, concluyó Natalia Mora.