¿Sabe qué es un Semillero de Investigación? ¿qué beneficio le entrega a las personas que lo integran?, ¿qué tienen que ver con la investigación y cuál es su futuro en Colombia? Estas son algunas de las preguntas más comunes en torno a uno de los temas que mayor impacto está generando en la conexión entre la educación y la aplicación de proyectos que puedan aportar en el crecimiento y desarrollo del país.
En Colombia, los investigadores son considerados como actores fundamentales para crear, adaptar, utilizar y difundir los conocimientos y la aplicabilidad de los procesos de Investigación, Desarrollo e Innovación, y ahí los Semilleros se convierten en el primer escenario de formación y fomento de esta comunidad.
Sin embargo, en el país esta modalidad aún no posee el impulso necesario para lograr ventajas competitivas en la sociedad, el conocimiento y el aprendizaje, por lo que se hace necesario contar con un gran número de investigadores de alto nivel distribuidos en los sectores productivos del país.
Según la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología (Ricyt – 2015), aunque el país registró un incremento muy fuerte de su inversión en Investigación, con un aumento del 70%, la Nación cuenta con apenas poco más de 7.000 investigadores, muy por debajo de Brasil (138.653), España (123.225), Argentina (50.785), México (435.922) y Portugal (37.813). Adicionalmente, cifras del Ministerio de Educación Nacional muestran que solamente siete universidades son fuertes en materia investigativa dentro del país.
Una de las barreras más importantes que encuentran estos investigadores para profesionalizarse en Colombia radica en su posibilidad de certificación, motivo por el cual Instituciones de educación Superior como la Fundación Universitaria del Área Andina adelantan estrategias junto al Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias) para lograr un avance en esta situación.
Dentro de estos grupos o Semilleros de Investigación los jóvenes estudiantes reciben, además de una formación investigativa de alta calidad, la oportunidad de involucrarse en proyectos reales de investigación aplicada. Pero quizá lo más importante es que los participantes pueden hacerse acreedores de certificaciones por el trabajo investigativo desarrollado en los grupos o Semilleros de Investigación, lo cual es necesario a la hora de aplicar a una Maestría dentro o fuera del país.