En Colombia hay 2,5 millones de micro, pequeñas y medianas empresas, según Confecámaras. Por regiones, 66% de este segmento productivo se concentra en Bogotá y cinco departamentos.
En varios países de Latinoamérica se ha venido implementado el tema de la facturación electrónica y en Colombia por medio de la DIAN muchas han participado en el proceso. No cabe duda sobre la importancia de las Pymes en nuestro país. Las micro, pequeñas y medianas empresas son fundamentales para el sistema productivo colombiano, como lo demuestra el hecho de que, según el Registro Único Empresarial y Social (Rues), en el país 94,7% de las empresas registradas son microempresas y 4,9% pequeñas y medianas, estos números hace que Colombia sea un país en donde el tema de facturación electrónica y factoring tenga un éxito rotundo.
“Con la implementación de la factura electrónica en Colombia, las Pymes podrán de manera amable y simple recibir, administrar y manejar facturas electrónicas en un solo lugar, sin importar si uno trabaja en supermercado, una droguería o cualquier otro negocio, mejorando la relación entre negocios y proveedores de forma simple y sin costo, recibiendo o generando solicitudes y ofertas de negocio de manera gratuita”, manifestó Lucio Quijano, Country Manager de Gosocket para Colombia.
Las Pymes aunque son un gran motor de del PIB en Colombia, tiene un gran problema a nivel de financiación, han pasado de ser autosostenibles, a endeudarse. En los últimos años se ha registrado un aumento de las solicitudes de crédito al sistema financiero en los tres sectores. El destino principal de los recursos ha sido principalmente para solventar el día a día productivo: capital de trabajo y contención del pasivo. Quijano indicó que “La tasa mortalidad de las pymes en 3 años es del 80% de los emprendimientos, para las empresas más pequeñas que no tienen financiación y recurren a créditos pueden durar menos de un año, pero con la implementación de la factura electrónica y la apropiación del factoring, este monto podría bajar a un 30% o 40%”
Comencemos por definir factoring: Según Asobancaria el Factoring, es un producto que permite que las empresas puedan acceder al pago anticipado de sus cuentas por cobrar, y de esta manera conseguir los recursos que necesitan. Es decir si uno de sus proveedores le compra algún producto y le dice que le paga en 30, 60 o 90 días, que son los plazos que generalmente usan las empresas grandes, esto le permite optimizar la gestión de las cuentas por cobrar de las pequeñas, medianas y grandes empresas, otorgándoles la liquidez o la financiación de acuerdo con sus necesidades, esto quiere decir que no va a tener que esperar a que el proveedor le pague la factura si no que ud podrá solicitar el dinero de esa factura en el momento que lo necesite sin tener que recurrir a créditos bancarios.
En el sector comercial la mayoría de empresas venden sus productos o servicios a los clientes, con un plazo de pago determinado, que puede estar entre 30 y 90 días. Cuando estas empresas requieren liquidez para ajustar de una mejor manera su flujo de caja, o cuando no están dispuestas a esperar todo el plazo de pago de las facturas por parte de sus clientes, pueden acudir al anticipo de como una fuente de recursos que apoyan el desarrollo de su negocio. Por lo tanto, el Factoring se convierte en una excelente herramienta financiera y el mejor amigo de las PYME.
Quijano cita el caso de Chile, pionero en esta materia en América Latina, donde el factoring mueve 25.000 y 30.000 millones de dólares. En este ejemplo, contrario a Colombia, en principio no era obligatorio poner las facturas en línea. Sin embargo, desde hace un año lo estableció así y los movimientos de dinero por vía internet pasaron de un 15% a casi el 100%.
En nuestro país la expectativa es importante, y más teniendo en cuenta la implementación de la factura electrónica, no solo por el tamaño y economía locales, sino por ser un país abierto legalmente a la operación de este tipo de soluciones, con lo que se propone como el tercer mercado de mayor potencial para la Compañía. Para entrar en propiedad la marca ya ha hecho inversiones que superan el millón de dólares, y que podrían seguir creciendo conforme el desarrollo del mercado.