Durante las últimas semanas toda la atención mediática se ha centrado en la pandemia de Covid-19, es un hecho que este es el tema de moda, trend topic, tendencia, o como lo quieran llamar, y no es para menos, en un día promedio se están perdiendo más de mil vidas alrededor del mundo, realmente es la crisis sanitaria más importante de este siglo.
Una de las medidas para evitar que este virus no se siga expandiendo ha sido la cuarentena generalizada prácticamente a nivel mundial, y eso nos ha dejado con mucho tiempo libre para dejar que nuestra imaginación vuele, como resultado las redes sociales comienzan a llenarse de reflexiones profundas sobre cómo los héroes de la sociedad son las personas que se dedican a la salud pero que rara vez les prestamos atención por estar más pendientes de famosos o futbolistas. A su vez, y como si esto fuera una secuela de Marvel, salen a la luz otros héroes anónimos que en mayor o menor grado ponen su vida en riesgo en un intento por evitar que la rueda económica se detenga.
Así mismo, como en una buena novela de superhéroes también hay espacio para la representación antagónica, esta vez liderada por los únicos e inimitables humanos desalmados, así como lo lee, los humanos, la gente de a pie o como prefiera llamarlos, todos esos que le dan más importancia a un futbolista, o a una super modelo que a los héroes reales del día a día, es decir todos los médicos, profesionales de la salud, y demás héroes anónimos que hoy son los protagonistas de la noticia.
Sin embargo, dentro de todas estas reflexiones profundas a las que hemos llegado estos días no hemos podido entender el panorama completo, esto, complementado con lo fugaz que suele ser un momento en las redes sociales, impide que las cosas puedan ser analizadas a fondo y podamos llegar a conclusiones más equilibradas sobre nuestros comportamientos y nuestra realidad. Es por esto que dejamos de lado el panorama completo y no podemos prestar atención a todos los actores de espectáculo, centrados en los actores del momento, estamos pasando por alto a todos estos personajes que se ocultan tras el telón, ¿todavía no sabes de quienes se trata? Te hablo de los medios, todos estos personajes que se encuentran tras bambalinas, aunque pueda sonar que estár detrás del telón es poco especial o irrelevante para la trama sucede todo lo contrario, sin una persona que se encargue de cambiar las escenas, o poner las luces en el protagonista de la escena, simplemente no habría espectáculo.
Entonces ¿cómo es que todo esto juega en contra nuestra? Muy fácil, sin una persona que se encargue de mostrarnos la luz, simplemente no sabemos a qué prestar atención, para nadie es un secreto que antes de la pandemia el mundo estaba sumergido en las cosas que hacen mover el mundo, el próximo cruce de la Champions League, la nueva temporada del desafío, y demás banalidades eran las cosas en las que todos estábamos enfocando nuestra atención, sin embargo, una vez comenzaron a sonar las sirenas, toda la atención se enfocó en cifras de infectados, tasas de mortalidad y los demás ingredientes que hacen parte del panorama mediático actual.
No es para darnos golpes de pecho, de hecho, todos en mayor o menor medida prestamos atención a banalidades que tienen relevancia para nosotros y nuestro entorno, estoy seguro que para muchas mujeres la salida del liverpool de la Champions League no tuvo nada de especial, pero si pudo haberla tenido por ejemplo un nuevo lanzamiento de colección en Zara o H&M, es normal, como digo, cada uno tiene espacio en su cabeza para banalidades, después de todo, estas cosas son las que hacen que nuestra vida tenga sentido, puede sonar superficial pero desafortunadamente en cierta medida es verdad, simplemente esta es una reflexión de cómo la tensión y la atención generada por los medios hoy nos puede poner a favor de una cosa y al otro día nos pone en contra de la misma.
En estos momentos en los que tenemos más tiempo para pensar en nosotros y lo que pasa en el mundo resulta vital que podamos tener sentido crítico y entender que cuando nos muestran un encabezado en las noticias o en un post, es porque quieren que centremos nuestra atención en ese hecho en específico, y resulta importante que nostros tengamos la capacidad de analizar antes de reaccionar, es momento de reflexionar y ver el panorama completo, esto nos liberará de muchos dolores de cabeza y metidas de pata que se pueden evitar.
Está bien, es un hecho que en un panorama apocalíptico el doctor tiene muchas más habilidades para ser útil, mientras que el futbolista tendría que sentarse a ver la acción desde la banca, sin embargo, los futbolistas han demostrado que tienen también una habilidad especial que puede ser crucial en una situación apocalíptica, hace poco, figuras como Leonel Messi, o James Rodríguez, decidieron donar cifras muy generosas de dinero para causas relacionadas con la pandemia del Covid-19, es cierto que no pueden ser actores principales salvando la vida de millones de personas, pero el poder del dinero hace que su falta de destreza y conocimiento en temas médicos se vea compensado ¿Cuántos respiradores puedes comprar con un millón de euros?.
El problema no lo hicimos nostros, los medios son los que deciden a qué prestarle atención, en últimas cuando culpamos a la gente por no apreciar las capacidades de un médico sobre las de un futbolista, o que se le pague mucho más a este último que a aquellos que salvan vidas, no es nada menos que una queja al statu quo en general y la forma en la que funciona el sistema económico, ya que este mismo es el que se encarga de sugerirnos a qué prestarle atención y a que no, justo en estos momentos el foco de la atención son los médicos y las personas que están protagonizando la noticia, porque son los que le están poniendo el alma, pero mañana superaremos esta pandemia y volveremos a la mismas banalidades de las que hablaba en párrafos anteriores.
Siempre habrá un personaje que se lleve la atención, y esa atención es otorgada por los medios, por la economía y por las personas encargadas de que el mundo siga su ritmo, por eso, no podemos culparnos o darnos golpes de pecho sobre a qué le prestamos atención y porqué lo hacemos, muchas veces no somos ni conscientes de estos hechos, al final la tensión mediática nos persuade para que nos enfoquemos en las cosas que nos quieren hacer ver, en última instancia depende de nosotros tomar este tiempo para aprender a discernir y ver detrás del telón.