¿Cuál es el primer paso para aventurarse hacia lo desconocido? La respuesta sería abriendo la mente, moviendo a las organizaciones hacia una nueva forma de pensar: la del diseñador. Y, ¿por qué?: su estructura mental para abordar los problemas más complejos les aporta un gran valor a diferentes empresas.
Esta disciplina orienta los procesos que ocurren en el interior de una organización, navega entre las ideas, el diseño, la innovación y la tecnología para resolver necesidades humanas de manera rentable y sostenible.
Alan Colmenares es conferencista, bloguero, escritor de Venture beat y quien lleva cuatro años aplicando el desing thinking en todo lo que hace, asegura que es una disciplina que le apunta básicamente a trasladar la visión del diseñador, adquirida desde la academia, a cada proyecto empresarial, añade además que «si no estuvieran ocurriendo tantos cambios, no necesitaríamos encontrar nuevas formas de pensar».
En primer lugar, lo que ha motivado a líderes mundiales (según Alan) a hablar de desing thinking ha sido el crecimiento de las expectativas de la gente y segundo, las influencias de las herramientas digitales las cuales están en constante cambio. En la actualidad la diversificación de industrias y métodos ha hecho que muchos busquen entender las necesidades del consumidor usando la sensibilidad del diseñador. ¿El resultado? propuestas tecnológicamente factibles, comercialmente exitosas y con valor para el cliente/receptor/público. Por ejemplo, Youtube, una opción para ver videos sin encender el televisor o Linkedin que propuso una nueva forma para reclutar talento.
SEIS MANERAS DE EXPLICARLO
- Para Andrés Felipe Naranjo, diseñador industrial, catedrático de la asignatura Pensamiento gerencial del Departamento de Diseño de la Universidad Icesi, en Cali, es desarrollar prototipos de baja calidad en etapas iniciales del proceso para acelerar el entendimiento sobre uno o varios problemas en particular a los cuales se esté enfrentando una organización.
- Según Alan Colmenares, «es una metodología que, por la forma en que se diseñó, es fácil de adoptar por cualquier industria »,
- Es un instrumento para impactar a los consumidores (clientes) y tener a los empleados contentos, con un esquema rentable de negocios con valor de competencia.
- Es reunir dentro de un espacio de trabajo a personas de diferentes disciplinas para que discutan sobre un problema y que cada uno aporte su visión profesional al respecto.
- Para Juan David Martín, diseñador industrial de la Universidad de los Andes y experto en implementación de estrategias de marca, «es asumir cada reto pensando primero en el cliente en lugar del negocio. Para mí, más que una herramienta es una forma de pensar».
- El pensamiento de diseño es una forma de pensar colaborativa, abductiva, experimental, personal, integrativa e interpretativa que surge a partir de la observación.
¿QUÉ NO ES EL DESING THINKING?
- NO es la fórmula secreta para triunfar en los negocios, «Si un presidente de una compañía no tiene esa habilidad, será muy difícil que ésta pueda construir cosas nuevas », asegura Alan.
- NO es solo innovación, porque su finalidad es impactar a los clientes o a las personas, hasta el punto de que elijan una marca, producto o alternativa por encima de otra, y construir un modelo de negocios rentable, está más orientado a cambiar la cultura de una compañía y hacer las cosas de un modo distinto
- NO es el único camino para alcanzar un objetivo ni es obligatorio para ser exitoso, más bien es un complemento en los negocios.
En Colombia predomina el instinto.
¿Realmente las compañías nacionales utilizan el pensamiento de un diseñador en sus procesos? Las respuestas se dan de manera general, ya que no hay un conocimiento profundo al respecto, debido entre otras cosas a que sólo hace poco comenzó a entenderse que se trata de otra opción para aproximarse a un problema complejo. Andrés Naranjo, opina que todas las organizaciones que tengan un departamento de innovación deberían adoptar una actitud de diseñador para desarrollar sus propuestas. Por ejemplo, en el restaurante Andrés Carne de Res se evidencia un acercamiento con los consumidores, en el que se indagó sobre lo que necesitan, lo que consumen y lo que los seduce y se ve reflejado en que los turistas extranjeros y los propios colombianos deben pasar por este sitio ya que refleja un pedacito de la cultura colombiana. Para esto, en resumidas, se deben utilizar las cualidades del diseñador.
El cajero amigable
El banco español BBVA serviría como otro ejemplo de desing thinking. En Bogotá, la entidad abrió el pasado 10 de julio el primer Centro de Innovación en Latinoamérica de la marca, para ofrecerles a los funcionarios un espacio donde se puedan proponer y aportar ideas. Una de las cosas que se muestran allí es el Cajero ABIL, que fue diseñado en Madrid, pensando en las necesidades de la gente y fue tal su acogida que ganó un premio y estuvo exhibido siete meses en el Museo de Arte de Nueva York.
PIENSA COMO UN DISEÑADOR
El que aplica correctamente el pensamiento de diseño también se siente cómodo frente al fracaso, lo cual le permite ver cada error como una oportunidad para entender mejor una necesidad humana. «Mientras más rápido aprendemos y fallamos, más nos acercamos a una solución definitiva», comenta Naranjo. En lugar de preguntarse, por ejemplo, cómo fabricar un vaso de vidrio, se plantea qué pasa si el vaso no existiera, con el propósito de generar una provocación y observar cómo se reacciona frente a ella