Si de expertos en el ecosistema digital se habla, es necesario incluir a Mike Walsh. Este abogado australiano se dejó envolver por el rápido desarrollo del mundo online, ha sido parte clave de Jupiter Research, una de las primeras compañías que estudiaron el comportamiento del consumidor online, y es el autor de Futuretainment, un bestseller en él hace una mirada profunda sobre el origen y el futuro de esa revolución digital que no se encuentra en las innovaciones surgidas de algún garaje de Silicon Valley, sino en los cambios del comportamiento humano y en las nacientes necesidades de la sociedad.
El australiano argumenta que las marcas deben pensar como lo hacen los medios de comunicación y viceversa, dado que es necesario invertir en contenidos que permitan alcanzar el impacto y la distribución que se desea apoyándose en la audiencia, puesto que es ésta la que genera la influencia al poder acceder a la información (teniendo en cuenta que hay una gran ventaja con los teléfonos celulares que datos en tiempo real), nuevos patrones de comportamiento y la interacción de tecnologías disruptivas.
De por sí, los consumidores están constantemente dando pistas sobre las necesidades que van teniendo, “los productos utilizados de modo inusual, las soluciones improvisadas frente a situaciones de la vida diaria, o la combinación de productos que pueden implicar nuevas convergencias son señales de innovaciones inminentes, opina Walsh, y aunque las marcas hayan perdido esa capacidad de influenciar, los consumidores están más expuestos a lo que las marcas les ofrezcan. Pero eso sí, no es cuestión de asediar la privacidad de las personas, es más el uso que se le dé a la información que se obtiene gracias al big data; si la marca logra un cambio en la vida de sus consumidores valiéndose de los datos que puede obtener, no será considerada como invasora, por el contrario, logrará obtener éxito.
La influencia del social media
Las bondades que ofrece el social media va más allá de tener fanáticos y seguidores. Si las personas deciden compartir un contenido es porque éstos las hacen parecer más inteligentes, divertidas o atractivas para sus contactos. En otras palabras, afirma Mike Walsh, son sus marcas, y no la tuya, las que realmente importan.
Es en este punto en donde más fallan las marcas a la hora de conectarse con sus audiencias y de medir sus resultados. “El impacto real de la revolución digital es el descubrimiento de un registro que se puede auditar para saber qué está funcionando y qué no. Terminamos gastando tiempo y recursos persiguiendo micronichos de consumidores que generan muy poco en términos de resultados”, dice el especialista. Por lo que no es solo cuestión de ver en qué plataformas sociales se mueven más las personas, hace falta un toque sociológico, “las marcas deben contratar a aquellas personas que puedan integrar sus conocimientos sobre el comportamiento humano con las nuevas tecnologías”, agrega.
Finalmente, Mike Walsh recomienda no tener en cuenta solo el ecosistema digital para estar en constante innovación y construir el marketing del futuro. Es importante saber que hay algo por cambiar en la estrategia, hacer una revisión general, y si es necesario, hacer una revolución en la que todos los colaboradores de la compañía crean.
¡Esto hay que hacerlo!
Como plus, Walsh deja tres recomendaciones para los emprendedores:
- Construir tu idea de negocio alrededor de la información.
- Usa la “nube digital” y abandona las ideas tradicionales sobre la tecnología.
- Piensa “ligero”. Intentar que tu modelo de negocio dependa menos de la infraestructura, el personal de planta, las oficinas y los abogados generará mayores posibilidades de escalar.