En mi trabajo, es muy importante el relacionamiento con las personas; conocer sus dolores, sus incertidumbres, sus problemas, sus deseos, sus conversaciones, sus miradas, la expresión de sus manos, lo que mucho dicen o poco dicen en sus ojos en y en su mirada.
Cuando comenzó la cuarentena y aislamiento me preocupé bastante, porque lo que más me encanta es estar en los zapatos del cliente, del consumidor, de los usuarios… de las personas.
El marketing para mí ha sido la experiencia más hermosa que he podido tener en mi vida.
Porque se expresa en múltiples sentidos; es como el arte. Una pincelada no es correcta o incorrecta, una pincelada en una pintura simplemente plasma un camino, plasma algo que decir, plasma lo que sientes y lo que quieres hacer sentir a las demás personas.
Yo vivo el marketing día a día y me nutro de las experiencias que tengo con todo lo que me rodea. Porque así como “somos lo que comemos”, también somos lo que expresamos, lo que escribimos, lo que diseñamos, lo que dibujamos, lo que pintamos y lo que decimos.
Las marcas no tienen vida por sí mismas, el marketero es aquel que da el impulso y la chispa de vida para que las marcas sean representativas en la vida de los humanos.
Marketing va más allá de un copy, un diseño, una pieza gráfica, una página web, una landing, un brochure. El marketing lo es todo en la empresa, y como tal debe ser parte esencial de los modelos de negocio, incluyendo a las personas y a el tipo de personas que hacen el marketing allí.
Porque los modelos de negocio verdaderamente exitosos, son aquellos que hacen de la vida de las personas algo mejor y el resultado va a ser: que el negocio genere mayores utilidades, mejores rendimientos, mejores y nuevos clientes. Pero todo esto no es posible si nos centramos unicausalmente, porque todo es un sistema.
¿No nos compran porque no estamos en un marketplace? ¡Carreta!
¿No nos compran porque no tenemos página web de eCommerce? ¡Carreta!
¿No nos compran porque no tenemos un local en la zona rosa? ¡Carreta!
No nos compran, porque sencillamente no estamos presentes en la vida de las personas.
Hoy, la vida de las personas se ha extendido a nuevos canales. ¿Qué si es buen marketing tener eCommerce? Claro que sí. ¿Qué si es buen marketing estar en redes sociales? ¡Por supuesto! ¿Qué si es buen marketing tener Whatsapp business? ¡Pero claro! ¿Qué si es buen marketing hacer envíos de eMailing y SMS? Sí.
Todo, absolutamente cualquier esfuerzo vale la pena. Pero siempre y cuando todo esté muy bien orquestado, equilibrado, gestionado, con el equipo correcto, con la ruta de venta y post-venta clara, con la oferta de valor precisa, con los anuncios ideales y el texto (copy) merecedor de la gratitud de los usuarios.
Pero de nada sirve tener tantas herramientas, tanta gestión, tanta pauta si el valor humano del que vende no está allí presente. ¿Por qué los grandes eCommerce ahora implementan bots por Whatsapp? ¿Por qué los grandes retails ahora tienen la opción de pedir por teléfono o por Whatsapp?
Por el simple hecho de que las personas (los clientes, los humanos, los usuarios) quieren ser escuchados, atendidos y considerados importantes frente a un mundo digitalizado e inerte.
Nadie es experto, nadie es gurú, nadie que se proclame a sí mismo realmente lo es.
El único experto aquí debe ser el cliente, el usuario, el paciente, el comprador, quien está dispuesto a creer en una oferta de valor, en intercambiar un dinero por un servicio o producto y en promover la marca o denigrarla (para él mismo o para otro).
Lo más interesante del marketing es que es una ciencia inexacta, porque nunca nadie tiene la razón, ni la última palabra. La única razón y la única importancia que las marcas deben tener es estar al lado del cliente, acercase a las personas, escucharlas, convertirse en una parte importante de sus vidas.
Como dice un libro por ahí: There is no more B2B and B2C. Bring back the human side of communication, in all its imperfection, empathy and simplicity.
No podía ser un escrito sobre marketing, sin tener algunas palabras en inglés y en español.
¡Abrazo!