Fortinet, empresa global en soluciones amplias, integradas y automatizadas de ciberseguridad, anunció los resultados para el cuarto trimestre de 2020 y el consolidado del año de los datos de intentos de ciberataques obtenidos por su laboratorio de inteligencia de amenazas FortiGuard Labs, que colecta y analiza diariamente incidentes de ciberseguridad en todo el mundo.
El documento señala que hubo 41 mil millones de intentos de ciberataques registrados en América Latina y el Caribe durante 2020. La empresa destaca que Colombia sufrió más de siete billones. Considerando solo el último trimestre, hubo 1,6 mil millones de intentos de ataques en nuestro país.
Durante este período, amenazas conocidas como correos electrónicos de phishing se extendieron por América Latina con archivos HTML adjuntos, tratando de redirigir el navegador web a sitios maliciosos. El malware basado en la web se ha convertido en el vehículo más común para distribuir archivos infectados, siendo a menudo la puerta de entrada para el ransomware.
Aunque el volumen de intentos de ciberataques sigue siendo extremadamente alto, lo más preocupante es el grado de sofisticación y eficiencia que están logrando los ciberdelincuentes mediante el uso de tecnologías avanzadas e Inteligencia Artificial (IA) para desarrollar ataques dirigidos con mayores posibilidades de éxito. Esto significa que, en menos intentos, los ciberdelincuentes pueden hacer más daño.
“2020 demostró la capacidad de los delincuentes para invertir tiempo y recursos en ataques más lucrativos, como el ransomware. Además, se están adaptando a la nueva era del trabajo remoto con acciones más sofisticadas para engañar a las víctimas y acceder a las redes corporativas”, explica Juan Carlos Puentes, Country Manager de Fortinet Colombia.
“También vemos una tendencia hacia los ataques periféricos y no solo a la red central. El uso de dispositivos IoT y entornos industriales de misión crítica son algunos ejemplos de puntos de acceso para los delincuentes”, agrega el ejecutivo.
Para 2021, Fortinet identifica otra tendencia significativa con el surgimiento de nuevos bordes inteligentes, es decir, redes que se adaptan y expanden según las necesidades del usuario, que no solo crean diferentes vectores de ataque, sino que permiten que grupos de dispositivos comprometidos puedan trabajar juntos para llegar a las víctimas a velocidades 5G.
“Debemos estar alertas ante cualquier correo o actividad sospechosa, e implementar y seguir todos los controles necesarios en los dispositivos personales, incluida la instalación periódica de actualizaciones disponibles de los fabricantes, para mitigar el riesgo de intrusión o violación de las políticas de seguridad de nuestras empresas “, recomienda Puentes.