Las organizaciones del mundo siguen avanzando en su proceso de convergencia digital, tendencia que está llevando a las organizaciones a modelos inteligentes gracias a la integración de diferentes tecnologías, como las soluciones de Cloud, con beneficios como tener control sobre la administración y uso de la información.
La Nube es sinónimo de eficiencia y productividad, al punto de haber sido elemento determinante para la continuidad de la operación de las empresas en tiempos de cuarentena. Así, se incrementó globalmente el presupuesto destinado a este tipo de soluciones en un 40 por ciento.
“En el proceso de adopción de soluciones de Cloud es necesario estar cerca del cliente, ser más consultivos y conocer de cerca el negocio para acceder a soluciones a la medida. En la actualidad contamos con aliados estratégicos como Microsoft, Cisco y Google que nos ofrecen diferentes alternativas, esquemas y metodologías para el desarrollo de estos sistemas”, afirma Edison Parra, gerente de transformación digital de Axity.
Pero integrar soluciones en la Nube no es una tarea sencilla. Para brindar un servicio efectivo hay que analizar al cliente con el fin de ofrecerle lo que realmente necesita. Esto se efectúa en tres fases:
- Fase planeación. Entender el negocio y reconocer la industria a la que pertenece para saber cuáles son las dinámicas, identificando qué tipos de sistemas son idóneos.
- Fase migración. Se pone en práctica la capacidad de desarrollo, consultoría y estrategia digital para llevar la información a la Nube.
- Fase operación. Efectuar los controles de datos que se requieran para minimizar riesgos.
Parra explica que “nuestros líderes aún piensan que estos temas de migración a la Nube les hace perder el control, sin darse cuenta de que es la manera más efectiva para hacer uso de la analítica, aunque la realidad es que muchas compañías no saben exactamente con qué datos cuentan”.