De los revisores fiscales y los auditores a veces solo se habla en las grandes empresas y, por lo general, entre las audiencias más especializadas. Sin embargo, a veces no se conoce lo suficiente acerca de la importancia de estos profesionales como aliados en la previsión de oportunidades y el hallazgo de amenazas, que apoyan, además, las decisiones de riesgo controlado y la toma de decisiones seguras y transparentes.
Su posición es estratégica a la hora de entender y tomar medidas frente a riesgos, no solo financieros, sino en general, cercanos a la continuidad del negocio.
Un ejemplo de riesgo es el que se asocia al incremento de ataques digitales, que de acuerdo con el estudio “Ciberseguridad en entornos cotidianos”, de la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT), alcanzó la cifra de 16.654 casos reportados en 2020 (un incremento del 101 por ciento frente al año anterior).
Eso explica que el 52 por ciento de los 500 CEO de distintos mercados encuestados por KPMG en su edición global CEO Outlook 2020 identifique la seguridad de datos como el área principal de inversión planificada.
A esto se pueden sumar los riesgos derivados de la incertidumbre y la recesión económica provocada por la pandemia de la covid-19, que ha puesto en jaque a las empresas y organizaciones.
La revisoría fiscal hace las veces de un órgano de control independientecuyo objetivo es vigilar y garantizar el cumplimiento ajustado de una organización a la normativa externa e interna. Su insumo principal son los reportes de operación y sanidad financiera de las organizaciones y, normalmente, reporta al cierre de cada ejercicio fiscal, ya sea semestral o anual.
“Los resultados de la revisoría fiscal son de vital importancia porque permiten la toma de decisiones de la organización y su vigilancia por parte de socios, accionistas, autoridades y otros terceros clave”, asegura Gloria Mahecha, socia de auditoría en KPMG Colombia.
La auditoría, por su parte, valora y da información acerca del control y el cumplimiento de los administradores de la organización de cara a los estatutos vigentes. Es una figura interna o externa que existe solo en Colombia con el fin de dar confianza al público general.
Aunque la figura de revisor fiscal es obligatoria si se cumple el nivel de activos y de ingresos determinados en las normas, la recomendación de Mahecha es que todas las compañías adopten uno de estos entes para mantener un adecuado sistema de control interno, contribuyendo a fortalecer su gobierno corporativo, a la administración de riesgos y la anticipación de escenarios adversos.
El futuro y la sostenibilidad de una organización puede extenderse y fortalecerse con una buena ejecución de auditoría o revisoría fiscal.