El mercado de pagos es uno de los más relacionados con la disrupción, no solo por la tecnología, sino también por la regulación y las estrategias de mercado. PSD2 en Europa, el sistema PIX en Brasil e, incluso, el proyecto del yuan digital en China, son muestras de un sector en el que se están reescribiendo las reglas.
Uno de los cambios más profundos que se produjeron en América Latina en los últimos años ha sido la apertura del mercado de adquirencia, es decir, la posibilidad de que muchos más jugadores les ofrezcan a comercios y empresas sus servicios, con el fin de procesar transacciones con tarjetas y otros medios digitales de pago, independientemente de las marcas.
Hasta hace muy poco, existía solo un puñado de adquirentes. Además de una escasa competencia, tenían muy pocos estímulos para innovar y mejorar sus servicios hacia los comercios. De este modo, no solo no crecía el uso de las tarjetas, sino que hacerlo era muy costoso. Los dispositivos no se actualizaban y los negocios preferían, ante tantas dificultades, el efectivo.
Las Fintech fueron las primeras en advertir estos problemas. El modelo de PSP (proveedores de servicios de pago) que ya mostraba su potencial en el mundo del e-commerce, empezó a ser una solución para que los comercios pudieran cobrar con medios electrónicos también de manera presencial. Los códigos QR y los links de pago empezaron a crecer y soluciones como los mPos mostraron que otro modelo era posible.
Aunque los avances tecnológicos van más rápido que la regulación, finalmente muchos países se tomaron el trabajo de diseñar un esquema más razonable y transparente que impulsara la competencia y favoreciera la inclusión financiera.
Argentina fue uno de los pioneros con la instauración de la multiadquirencia en 2019 a raíz de una intervención de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Hoy, el mercado de adquirencia está floreciendo y jugadores como Ualá, NaranjaX o Getnet se acercan a comercios y empresas para ofrecerles mejores servicios, más tecnología y mejores condiciones.
Algo similar ha venido sucediendo en Brasil, Perú, Colombia y Chile.
“Nosotros fuimos quienes ayudamos a desarrollar el primer mPOS en Argentina con TodoPago; en Perú, con VendeMas, y en Bolivia, con ATC. El mPOS es la tecnología que permite transformar a cualquier celular en punto de venta para aceptar pagos con tarjetas débito y crédito. Detrás del pequeño ‘aparatito’ que se conecta al celular hay un importante desarrollo tecnológico”, dice Sebastián Núñez Castro, CEO de Geopagos.
La apertura de la adquirencia es muy beneficiosa para los pagadores, pero sus efectos se notan más rápido en la aceptación de pagos, y su potencial para el desarrollo del mercado es enorme. Una vez que los adquirentes no son los representantes exclusivos de una marca de tarjetas como Visa, Mastercard o American Express, su estrategia de diferenciación depende de otras variables, como el costo de la transacción, otros beneficios financieros o herramientas tecnológicas.
Las plataformas de aceptación de pagos son, en definitiva, plataformas de administración, y se les puede agregar valor mediante sistemas de manejo de las mesas o menús promocionales para los restaurantes; administración de stock para comercios, gestión de pago a proveedores o listas de precios. Las posibilidades son casi infinitas.