Son innegables los duros efectos de la covid-19 en la economía, el empleo, la salud y la estabilidad, en general, que ha ocasionado la emergencia sanitaria y que puso a prueba la resiliencia de la Humanidad para sortear uno de los episodios globales de mayor impacto.
Esta situación le ha dado a la tecnología un lugar mucho más preponderante y llevó a los distintos sectores a tomar en serio la transformación digital y a entrar, de manera decidida, en la implementación de procesos y máquinas que, de forma inevitable, seguirán desplazando a millones de empleados.
Gabe Dalporto, director ejecutivo de Udacity, en un artículo publicado por el sitio web https://www.nextgov.com/ llama la atención acerca de esta realidad y la argumenta con que el Foro Económico Mundial ha dicho que “85 millones de empleos serán desplazados por un cambio en la división del trabajo entre humanos y máquinas para 2025”, y que cuarenta millones de trabajadores estadounidenses podrían ver sus empleos eliminados en los próximos 10 años debido a la transformación digital, según McKinsey.
A este panorama se suma que las organizaciones están demandando nuevas habilidades y competencias entre sus colaboradores, por lo que también están desvinculando a aquellos cuyas facultades ya se consideran obsoletas.
De acuerdo con Dalporto, y según una investigación patentada de Udacity, el 83 por ciento de las grandes empresas estadounidenses admite tener importantes lagunas de habilidades, por lo que él sostiene que “el desafío no es tener suficientes trabajadores para cumplir estos roles: es que los trabajadores disponibles no están capacitados en estas áreas de alta demanda. Y eso es cien por ciento solucionable”.
Para Alejandro Useche, profesor asociado de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario y presidente del Comité Académico del Autorregulador del Mercado de Valores (AMV), las habilidades tecnológicas representan hoy no solamente una posibilidad para tener mejores condiciones de vida a nivel individual, para ser partícipes de una sociedad cada vez más digital, sino que también son unos de los grandes determinantes de las oportunidades de crecimiento económico de los países.
“Creo que es verdad que la tecnología actual está desplazando ciertos oficios y reemplazando la mano de obra en una diversidad de campos, pero esto, históricamente, ha sucedido en repetidas ocasiones y forma parte de la misma evolución de la sociedad”, enfatiza el docente.
Diferentes estudios del Ministerio de Educación, el Ministerio TIC, la ANDI y organismos internacionales que han llevado índices como el de habilidades globales, muestran que Colombia tiene un rezago en cuanto a las habilidades tecnológicas de sus habitantes. El manejo de plataformas como ArcGIS, georreferenciación, etcétera, son materias para tener muy en cuenta, no solo en el futuro sino hoy en día.
“El comercio, el trabajo, el estudio, la diversión y los servicios médicos están haciendo un amplio e intensivo uso de la tecnología, y muchas cosas que hasta hace apenas unos meses tenían el carácter de presencial han migrado al mundo digital. Este fenómeno ha generado la necesidad de que no solo las nuevas generaciones sean muy apegadas a la tecnología, sino que todos los habitantes de las diferentes edades se estén acercando más a ella”, subraya el profesor del Rosario.
Sobre el panorama colombiano actual, este experto cree que se evidencia un rezago muy importante en términos de las habilidades tecnológicas por varios motivos y sostiene que aquí hay una paradoja, porque existe abundancia de mano de obra, mucha gente que quiere trabajar, altas tasas de desempleo, pero al tiempo hay escasez de mano de obra en ciertos sectores, particularmente en los que involucran el uso de tecnología a nivel especializado.
Useche sostiene que el problema para muchas empresas hoy en día es que no consiguen suficiente talento humano capacitado para labores tecnológicas y que se están convirtiendo cada vez más relevantes para el desarrollo de los negocios, razón por la cual es necesario seguir adelante con una serie de procesos que puede que no se tengan listos en el corto plazo.
Es así como las organizaciones se están dando cuenta de que necesitan con urgencia talento humano, capacitado para aplicar esa sapiencia tecnológica en sus modelos de negocio y que también tengan habilidades de comunicación en varios idiomas, cartografía, liderazgo, fortalezas interculturales y con la posibilidad de que sean ciudadanos del mundo, con conciencia global.