En el último año y medio se presentaron muchos cambios en distintos ámbitos de la vida. De un día para otro, empresas de todo el mundo se vieron obligadas a enviar a los empleados a casa y adaptarse al teletrabajo.
Las empresas necesitaban, casi de manera inmediata, capacidades de productividad, flexibilidad y seguridad que prácticamente ninguna se podía permitir tener en propiedad. Esto dio lugar a un gran aumento en el uso de las tecnologías en la Nube y a la inversión en su sistema.
Sin embargo, aun mucho tiempo después de hacer uso de esta tecnología, siguen existiendo ideas equivocadas que generan ansiedad innecesaria y cierto escepticismo a la hora de migrar a la Nube.
Estas son las cuatro grandes mentiras que se dicen acerca de la Nube:
1. La Nube no es segura
Existe un marco de seguridad para la Nube denominado Shared Responsibility Model (modelo de responsabilidad compartida), que establece que el usuario es el responsable de su aplicación y el proveedor (por ejemplo Amazon Web Services) es responsable de la seguridad física, es decir, del acceso al hardware o de la pérdida de la información.
“Si su aplicación no es segura, será peor si se encuentra en un servidor físico. Los servicios en la Nube ofrecen un monitoreo que puede mostrar las evaluaciones y mediciones de su desempeño y brindar recomendaciones acerca de cómo mejorar la seguridad, la mayoría gratuita”, explican desde Spark Digital.
Otro punto a favor es que un ataque no pasaría desapercibido fácilmente en este sistema, ya que existen controles de las conexiones del prestador de servicios en la Nube.
2. La Nube es solo para las grandes empresas debido a su costo tan elevado
Proveedores como AWS ofrecen una capa gratuita, lo que quiere decir que se pueden usar sus recursos de manera gratuita (con algunas limitaciones).
Otros, como Microsoft Azure, entregan créditos y tienen un programa de patrocinio para nuevas empresas.
3. La Nube reduce la productividad
Los servicios que habitan en la Nube pueden variar desde las bases de datos de los clientes, pasando por el servidor para una aplicación, hasta el backup de los videos de las cámaras de seguridad, todos disponibles 24 horas al día, 7 días a la semana, los 365 días del año, sin excepción.
Además, se pueden adaptar servicios propios. “Para decirlo en términos simples, piense en todas esas ocasiones en que se quedó sin espacio en la computadora. En la Nube, no hay que interrumpir ni limitar las operaciones, ya que se está a solo un par de clics de poder realizar ese cambio sin pérdida de datos ni interrupción del servicio”, indican desde Spark Digital.
La Nube es poco confiable. Quiero “ver” el servidor
Si bien es agradable poder “ver” el hardware, eso también significa que se puede perder y su funcionamiento es susceptible de detenerse o fallar. Además, todo hardware implica costos de mantenimiento.
Hay que saber que el hecho de que la información personal o propia del trabajo esté en la Nube no quiere decir que sea pública. Hay que pensar en la seguridad como una serie de capas: las superiores definen lo que las demás capas pueden hacer. Si una persona o su empresa son dueños de la capa superior, se tendrá el control de lo que será público y de lo que no.
Puede concluirse que estar en la Nube es un beneficio que supera todas las limitaciones que presenta el hardware físico, con puntos fuertes como flexibilidad, seguridad, adaptabilidad y bajos costos.