La migración a la Nube no se detiene. Según un estudio de la consultora Gartner, más del 70 por ciento de las empresas ya migró al menos algunas cargas de trabajo a la Nube pública. El entorno Cloud permite conectar a los trabajadores que se desempeñan desde la oficina y sus casas entre sí, y con los datos fundamentales para su operatoria diaria.
Asimismo, la Nube ofrece diferentes plataformas diseñadas para gestionar, almacenar y organizar conjuntos de datos complejos con capacidad de respaldo para garantizar que se puedan restaurar, si hace falta. Además, proporciona la posibilidad de escalar el almacenamiento en función de lo que se necesite.
“De hecho, mover datos a la Nube les brinda a muchas pymes la posibilidad de contar con una copia de seguridad y pone los datos a disposición de diferentes clientes, proveedores, empleados y otras organizaciones. Para las empresas más grandes, esta es una manera de almacenar con seguridad grandes cantidades de datos en una plataforma que permite que su integración se lleve a cabo sin problemas”, comenta Andrés Alexander, SVP Cluster Regional de Servicios y Cloud de BGH Tech Partner, empresa especializada en este tipo de servicios.
Migrar datos desde el propio data center a la Nube (que en definitiva son instalaciones externas) es una iniciativa que conlleva varios desafíos. Cabe indicar que en la migración de datos se transferirán datos entre sistemas de almacenamiento, sistemas informáticos o formatos de datos. Por eso, para encararlo con cierta fluidez, será preciso tener visibilidad de los datos. Este es todo un tema para muchas empresas que no saben en dónde están sus datos o cuáles son los datos que deben mover.
“Con una estrategia correcta, que tiene que estar alineada con los objetivos comerciales, y un catálogo moderno de datos, es posible migrar a la Nube en tiempos relativamente cortos y con costos razonables, particularmente cuando se los compara con el costo de mantener la infraestructura de TI en las propias instalaciones”, afirman desde BGH Tech Partner.
A nivel estratégico, existen diferentes maneras de realizar la migración tipo big bang (proceso único durante el cual los datos se extraen, transforman, cargan y trasladan a la nueva base de datos) y por goteo, diseñada en fases y que es más lenta, pero evita las interrupciones operativas.
En cualquier caso, el plan de migración también debe incorporar políticas y soluciones de seguridad para el nuevo entorno que den respuesta adecuada a los requisitos de cumplimiento.
En las migraciones, el hecho de contar con un catálogo de datos moderno aporta dos cosas importantes: claridad acerca de los datos que deben priorizarse al migrar (ya que los metadatos etiquetan los datos más usados y útiles) y visibilidad de los procesos y movimientos posteriores (a través del linaje), con lo que se disminuye el riesgo de perder información vital para el negocio.
Todos estos factores se deberán conversar con el proveedor para evitar sorpresas. “Es vital que se pueda confiar en ese tercero ya que, en definitiva, se le estarán confiando datos comerciales fundamentales”, finaliza Alexander.