“Metaverso” es la palabra de moda en la industria de la tecnología desde que el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció planes para invertir 10.000 mil millones de dólares para ayudar a crearlo. El metaverso es la convergencia del mundo digital y físico, un espacio virtual en 3D en el que los usuarios pueden reunirse como un grupo de avatares, interactuando entre sí en un entorno que reproduce el mundo físico con modificaciones selectas.
“Este concepto abre un mundo de oportunidades para que los usuarios prueben diversas actividades, desde viajar, comprar y probarse ropa, hasta asistir a conciertos virtuales. A medida que la idea toma un lugar central, crece la familiaridad con las criptomonedas y las capacidades financieras digitales”, afirma Noelia Miranda, IT channel manager South America.
La realidad virtual es parte fundamental del metaverso, pues es ahí en donde convergen la tecnología y los usuarios con respuestas en tiempo real.
Según cifras de la consultora internacional IPSOS, tomadas del estudio “Cómo el mundo ve el metaverso y la realidad extendida”, el 92 por ciento de los colombianos sabe qué es realidad virtual. En el mundo, la cifra es del 80 por ciento. Sin embargo, hay países en los que las personas se encuentran aún más familiarizadas con este término, como Turquía, Perú y Polonia, en donde la cifra asciende a 93 por ciento.
Por supuesto, este mundo es persistente y comprende grandes cantidades de información. Conectarse a esta realidad digital requiere de una velocidad en línea rápida y confiable. El 5G puede brindar el ancho de banda adecuado para admitir la conexión de los usuarios al Metaverso y si bien puede administrar el ancho de banda y la interoperabilidad como se mencionó, la latencia puede ser una preocupación importante. Aquí es donde el edge computing cierra la brecha, ya que se requiere para crear y transmitir grandes contenidos digitales en tiempo real.
En este contexto, la tendencia del metaverso impulsará la adopción de edge computing, ya que es una infraestructura clave que impulsará su evolución, brindando todo su potencial y facilitándoles a los proveedores escalar sus ofertas de manera sostenible.
“Adam Compton, director de estrategia de Schneider Electric, hizo recientemente un llamado a los profesionales de TI, especialmente a los responsables de la infraestructura crítica, para que acepten que las soluciones que están creando para su Nube y centro de datos central deben extenderse a un edge. Las empresas deben asegurarse de que su infraestructura pueda acomodar el alto ancho de banda y las aplicaciones que se requerirán”, explica Miranda.
Hacia un mundo virtual más sostenible
El volumen de intercambio de datos, el ancho de banda y las operaciones continuas del centro de datos para mantener las experiencias de los usuarios sin problemas provocarán una mayor liberación de calor y uso de energía.
Aprovechar la infraestructura existente puede ayudar a reducir la formación de centros de datos nuevos y más grandes que pueden agregar una carga al medio ambiente. Si la pandemia provocó tal aumento, con lo cual, la realización de este mundo virtual que culmine con nuestras funciones cotidianas requerirá un poder de supercomputación y centros de datos que funcionen con edge computing.
A medida que las empresas avanzan hacia el metaverso y encargan más centros de datos para respaldar su oferta individual y trabajar con el resto del ecosistema, deben trabajar con expertos para organizar y priorizar la sostenibilidad del centro de datos. Pueden comenzar a analizar sus emisiones de Alcance 2, revisar su combinación energética actual y considerar que las tecnologías limpias aborden su huella de carbono.
Schneider Electric ofrece soluciones necesarias para el establecimiento de centros de datos ecológicos, como arquitectura integrada de alto nivel, gestión inteligente de energía y soluciones de control automático de edificios y soluciones DCIM de centros de datos basadas en Inteligencia Artificial (IA). Todos estos son claves para ayudar a las empresas a construir más centros de datos edge del futuro, lo que a su vez permitirá que el metaverso prospere.