Antes de que llegara la pandemia y se aceleraran los procesos tecnológicos, la Inteligencia Artificial (IA) había demostrado su capacidad para abarcar y servir a múltiples sectores y funciones empresariales. La nueva normalidad ha abierto posibilidades ilimitadas para la IA y el aprendizaje automático, o machine learning” (ML), dándoles a las empresas los conocimientos clave que les permitan reconocer patrones de usuarios, estudiar sus capacidades operativas, mejorar la previsión de ventas, agilizar la comunicación y crear experiencias personalizadas, entre otros aspectos.
“El edge computing ofrece una velocidad muy necesaria para las organizaciones que pueden verse sobrecargadas con un gran volumen de datos sin procesar procedentes de la IA. El procesamiento se realiza in situ, mientras que la velocidad del sistema permite la salida oportuna del análisis. La latencia se reduce considerablemente, lo que permite tomar decisiones en tiempo real”, afirma Noelia Miranda, IT channel manager South America en Schneider Electric.
Según el estudio “Edge spending guide”, de IDC, en 2020 el gasto empresarial de edge fue de 4.739 millones de dólares, presentando un crecimiento del 8 por ciento con respecto a 2019. Además, se espera que para 2024 la tasa de crecimiento compuesta anual (CAGR) para la región de América Latina sea del 16 por ciento, alcanzando los 8.573 millones de dólares.
En un entorno industrial o a gran escala, la disponibilidad de la toma de decisiones en tiempo real ahorra dinero, esfuerzo y reduce la aparición del elemento más temido: el tiempo de inactividad no planificado. La precisión de los datos también proporciona a los actores industriales la capacidad de predecir los fallos de las máquinas y aplicar un mantenimiento predictivo sin interrumpir las capacidades de producción.
Por otro lado, el volumen y la naturaleza de los datos que maneja cada empresa están sujetos a vulnerabilidades de seguridad, tanto físicas como digitales. Por eso, la accesibilidad y la compatibilidad de los dispositivos es uno de los mayores riesgos de seguridad en los centros de datos, donde los complementos de terceros y los dispositivos IoT pueden suponer algo más que una simple comodidad. La informática de Edge protege los datos sensibles en el punto más alejado posible de la red de una empresa. En resumen, el edge computing puede aislar y proteger los datos también
Además, con la velocidad, la seguridad y la comodidad que ofrece edge, las empresas podrán llegar a sus clientes de forma más rápida y precisa y mantenerlos comprometidos de forma relevante. Gracias al poder del procesamiento de la IA, las empresas pueden obtener una ventaja competitiva al relacionarse con sus clientes de forma más precisa y predecir sus necesidades. Y cuando se combina con edge, la IA de edge puede desbloquear nuevas posibilidades para la forma en que las empresas interactúan con sus clientes.
En pocas palabras, la amalgama de la IA y la computación edge conduce a una computación e información más rápidas, a la mejora de la seguridad de los datos y a un control más eficiente de las operaciones.