La aparición del POS (Point of sale o punto de venta) representó la digitalización de los pagos. Ahora, gracias al vertiginoso avance de la tecnología (que en sus orígenes dependían de una línea telefónica para operar) se abrió el camino a nuevas generaciones de dispositivos de cobro. Con el creciente uso de tarjetas de débito y crédito a nivel global, el mercado demanda nuevas soluciones todo el tiempo.
En este camino evolutivo apareció el mPOS o mobile POS como una alternativa que muchos comercios adoptaron para subirse a la ola de cobros digitales. Sin embargo, las bajas tasas de activación demostraron que estos dispositivos tienen grandes falencias: la dependencia de smartphones de terceros, la falta de conectividad, fallas de seguridad informática y conexión Bluetooth, falta de aceptación de todos los medios de pago y nula capacidad de actualización.
Ante este escenario y en la constante búsqueda por tener las soluciones tecnológicas más innovadoras para satisfacer la demanda tanto de los comercios como de los consumidores, aparecieron los SmartPOS o POS inteligentes, la última generación de dispositivos para cobros presenciales y estas son sus principales ventajas:
- Independiente: es un dispositivo que funciona de forma autónoma. No necesita de otros equipos para operar.
- Conectado: tienen un chip celular que les permite conectarse desde cualquier lugar del mundo en forma automática.
- Moderno: gracias a su tecnología Android, se actualizan de forma constante y remota, sin quedar obsoletos.
- Disruptivo: con su tecnología se puede enriquecer la experiencia del comercio, ya que permite otros beneficios como pago de servicios, préstamos, interacción con proveedores, entre otras funciones.
Juniper Research descubrió que estas terminales crecerán globalmente de 13,7 millones en 2021 a 35 millones de unidades en 2026.
Según Santiago Lorenzo, cofundador y CTO de Menta, “cualquier empresa B2B puede distribuir sus propios SmartPOS a su red de comercios, mientras que la implementación puede estar lista en menos de un mes, que también es una ventaja comparativa grande en relación con el mPOS. Por otra parte, hemos detectado que, de los mPOS que una empresa adquiere, la tasa de activación es de menos del 50 por ciento, por lo que se genera una pérdida enorme de capital para la empresa. En el caso del SmartPOS, estamos por encima del 90 por ciento”.