Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) han crecido exponencialmente en los últimos 150 años, causando graves consecuencias atmosféricas y un preocupante calentamiento global. No cabe duda de que el mayor desafío es el cambio climático, que viene afectando al mundo con sequías, incendios forestales, o las intensas lluvias que han azotado a toda Latinoamérica.
Dada la creciente frecuencia y severidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, es imperativo actuar rápidamente para mitigar este cambio climático. Es sabido que el cambio climático es causado por la emisión de varios gases, como los fluorados, el óxido nitroso o el metano.
Pero el dióxido de carbono es el más relevante, ya que representa el 80 por ciento de las emisiones totales de Gases de Efecto Invernadero (GEI), a escala mundial. Por lo tanto, la descarbonización es primordial, siendo un desafío energético muy relacionado con la energía y su consumo, y el camino más rápido hacia las emisiones Net Zero o Cero Neto.
Parte de la solución pasa por sustituir los combustibles fósiles por energías limpias (eólica y solar, entre otros), pero aún queda mucho por hacer. Hernán Neirotti, regional manager pre-sales and business development en Schneider Electric, comenta: “Tenemos que atender el lado de la demanda para electrificar los procesos y reducir el consumo energético mediante el uso de tecnologías digitales, que nos permitirán comprender y analizar datos para eliminar la energía que existe y que se desperdicia hoy”.
La ruta hacia el Net Zero o Cero Neto
El especialista de Schneider Electric explica que la principal causa del aumento de las emisiones de carbono en los últimos años es la historia detrás de las diferentes revoluciones industriales, ya que cada una fue impulsada por una mayor demanda de energía para que las industrias puedan desarrollar sus actividades.
“La primera revolución industrial fue con la máquina de vapor, mientras que la Industria 2.0 se caracterizó por la fabricación en masa y las centrales eléctricas de carbón, lo que condujo a un aumento de las emisiones CO2 en la atmósfera. Cien años después, con el crecimiento y la expansión de la producción automotriz, llegó la Industria 3.0, lo que ocasionó una mayor demanda de energía, hasta hoy, con la Industria 4.0 y la revolución digital. Durante este tiempo, se ha aprendido mucho sobre cómo utilizar la tecnología y de escalarla para contar con un gran equipamiento electrónico en menores espacios”, afirma Neirotti.
La cuarta revolución industrial, impulsada por la digitalización y la electricidad limpia, convierte a la energía en la mayor oportunidad para reducir las emisiones de carbono. Conocida como Electricidad 4.0, es la ruta más rápida hacia el Net Zero o el Cero Neto, considerando que para cumplir con el objetivo propuesto para 2050, necesitaremos reducir a la mitad nuestras emisiones para fines de la década, lo que significa ir tres veces más rápido de lo previsto.
“La digitalización significa eficiencia. Nos permite hacer más visible la energía, comprender mejor cómo la usamos y automatizar el proceso de consumo. Se puede decir que es más inteligente y optimizada. Por su parte, la electricidad hace que la energía sea verde, siendo el mejor factor para la descarbonización. Es una fuente energética que se puede descarbonizar con el tiempo, en comparación con los combustibles fósiles, que no pueden descarbonizar porque su impacto será para siempre”, comenta el representante de Schneider Electric.
Los data center y su aporte a la descarbonización
Por lo tanto, la Electricidad 4.0 será el combustible del nuevo mundo eléctrico de la mano de los data center o centro de datos del futuro, el cual deberá orientarse en cuatro direcciones principales:
- Sostenibilidad. Los centros de datos deben ser sostenibles para satisfacer las demandas comerciales de manera responsable sin comprometer el futuro de todas las personas en nuestro planeta.
- Eficiencia. Es el retorno de la inversión, para optimizar el costo, velocidad, espacio y capital de todas las empresas asociadas con las aplicaciones de centros de datos.
- Adaptabilidad. Basados en el diseño y el monitoreo de software, deben adaptarse a las nuevas tecnologías con un diseño más flexible, servicios integrados y compatibilidad con equipos de la tecnología de la información (TI) de la nueva generación.
- Resiliencia. Más resistente para reducir la vulnerabilidad al tiempo de inactividad no planificado, con administración remota, asegurando la ciberseguridad, con análisis predictivos y comprensivos de forma simple.
“Los diseños de Schneider Electric ayudan a reducir el riesgo y simplifican la implementación y la gestión. Además, estas herramientas digitales y la experiencia de la empresa nos permiten ofrecer una gama de soluciones totalmente integradas y listas para usar, que van desde micro data center (en un solo rack), hasta centros de datos que pueden ser prediseñados en fila, tradicionales o modulares, construidos en contenedores o en salas especiales”, explica Neirotti.
Mediante la digitalización de los procesos será posible conocer y monitorear la energía y la emanación del carbono en tiempo real, trabajando así en mejorar donde las cosas no funcionan bien y optimizar lo que tiene buen desempeño.
“Es importante desarrollar estrategias para continuar con la digitalización y la descarbonización, es decir, electrificar al máximo nuestros procesos en base al uso de energías limpias, renovables, solar, eólica y otros tipos de energías renovables, que actualmente existen y cada vez son más habituales en nuestro trabajo”, asegura el representante de Schneider Electric.
Si bien el cambio climático es uno de los grandes desafíos que debemos enfrentar, también es importante saber que contamos con las herramientas necesarias para hacerlo. Ahora es el momento de avanzar, de dar un paso a la electrificación total, la descarbonización, las emisiones cero netas y continuar hacia una verdadera Electricidad 4.0.