Según la OIT, más de 300 millones de personas en el mundo tienen accidentes laborales cada año. De ellas, 2,34 millones con resultado fatal por accidentes en el trabajo o enfermedades profesionales. En América, en tanto, se registran 11,1 accidentes mortales por cada 100.000 trabajadores en la industria, 10,7 en la agricultura y 6,9 en el sector de los servicios.
Aunque en algunos países la tendencia es a la baja, de acuerdo con datos de la ACHS, en 2021la tasa de accidentabilidad laboral, por cada 100 trabajadores, fue del 4,13 por ciento, cifra inferior a la de prepandemia, que era superior al 5 por ciento.
A propósito del “Día mundial de la seguridad y la salud en el trabajo”, podemos decir que se ha avanzado mucho en estrategias de prevención, concientización y normativas, no obstante, en las empresas se siguen teniendo accidentes. Cabe preguntarse, entonces, qué es lo que está fallando.
Para responder esa inquietud es indispensable saber, por ejemplo, cuál es el efecto real sobre las tasas de accidentabilidad que tienen las acciones que al respecto implementan. Y es ahí en donde tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial (IA) adquieren un rol fundamental para avanzar en esa materia.
En efecto, la IA puede ayudar a correlacionar las acciones que se implementan con los eventos que se producen a pesar de ellas, así como apoyar la sistematización que. a futuro. va a existir con lagunas de datos consolidados.
Esto es poder reunir la información desde diversas fuentes, como sistemas de registro y notificación de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales o pautas de medición y validación; luego, organizarla en un repositorio único y filtrarla para saber qué funciona y qué no para llevar a cabo un mejor análisis de la seguridad.
Una información adecuada es fundamental para determinar prioridades y mejorar el diseño de las estrategias de prevención.
No obstante, además de la aplicación de nuevas tecnologías para optimizar la prevención, es esencial trabajar en la promoción de un cambio cultural en las empresas, ya sean mandantes, contratistas u otras, para internalizar las estrategias y mejorar la salud y la seguridad en los ambientes laborales.