La sostenibilidad ha sido impulsada por la demanda de los consumidores que temen cada vez más por el futuro del planeta y se está convirtiendo en una preocupación central para todos, puesto que es el reflejo de una sociedad más consciente y preocupada por el medio ambiente.
En este contexto, más de cincuenta países ya se han comprometido ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a reducir a la mitad sus emisiones desde ahora al 2030 y alcanzar el nivel de carbono cero en 2050. Las encuestas indican que, para la mayoría de los participantes, la protección del medio ambiente es más importante que el crecimiento económico.
Los desafíos que existen para alcanzar estos objetivos son enormes, pero los expertos afirman que será posible gracias a las tecnologías disponibles hoy para las industrias más diversas.
Estamos en la era de la economía circular, cuyo formato económico tiene como objetivo recuperar de forma inteligente los recursos naturales a lo largo de todo el ciclo de desarrollo, diseño, manufactura y comercialización de los productos, incluyendo también la recolección y el reciclaje de los desechos electrónicos para cumplir con un compromiso de mejora continua.
El sector de los medios de pago siempre ha promovido la innovación y el uso de las nuevas tecnologías para ser cada vez más sostenible y eficiente en todo su ecosistema, incluso teniendo en cuenta el desarrollo de nuevos terminales, la elección de las materias primas, la producción en sí, la creación de softwares optimizados, así como la gestión de toda la vida útil de los dispositivos.
Todas las empresas del sector deberían tener metas como producir terminales 100 por ciento libres de PVC y ofrecer una gama de productos con empaques reciclados para generar impactos económicos, sociales y ambientales positivos. Todo el diseño de los dispositivos de pago debe tener en cuenta otro aspecto importante: el bajo consumo de energía. Por lo tanto, los terminales fabricados deben tener en cuenta su uso y recarga.
Sin duda, más allá de reducir las emisiones de carbono, el cuidado de extremo a extremo es importante para mitigar el cambio climático y garantizar un futuro más saludable para la humanidad. Por eso, el sector de los medios de pago está consciente de que debe agregar este tipo de valor a sus servicios, con tecnologías e iniciativas que permitan reducir los contaminantes.
Cabe señalar que los comercios también deben cuidar el medio ambiente en el uso, el mantenimiento rutinario, la reparación y la adhesión a los programas del fin de la vida útil (End of Life), en los cuales se prevé la eliminación y el reciclaje de los terminales.
El mercado ya ofrece diversos servicios de reparación, como soporte técnico en línea o in situ. Los clientes y socios pueden solicitar diagnósticos de fallas, limpieza de hardware, actualización de software, reparación de componentes y sustitución de piezas, siempre pensando en que el uso de los terminales sea mejor y más prolongado.
Las actualizaciones para los nuevos modelos también pueden ser una gran oportunidad para acceder a innovaciones sostenibles. Además, el mantenimiento a través de los fabricantes ayuda al uso inteligente de las piezas e, incluso, a la eliminación ecológica, lo que permite que los componentes viejos sirvan, eventualmente, para reparar otros dispositivos.
Esto ya ocurre en Brasil y otros países como Australia, Canadá, China, Colombia, India, Malasia, México, Filipinas, Rusia, Singapur, Tailandia, Turquía, Ucrania, Reino Unido y Estados Unidos.
En la próxima década tendremos dos tipos de empresas: las que traten activamente de actuar en favor de una economía sostenible y las que van a dejar de existir. Según un estudio de Global Data, las generaciones X, Y y Z afirman claramente que las consideraciones éticas, ecológicas y socialmente responsables tienen una influencia en los productos y servicios que escogen.
Aproximadamente el 26 por ciento afirma que dichas consideraciones influyen a menudo en su elección, y cerca del 19por ciento dice que siempre tienen influencia.
En este panorama, la evolución de los medios de pago reduce el desperdicio y el impacto ambiental, y es un importante aliado para un mercado más sostenible.
En la actualidad, cada vez se utilizan más las nuevas formas electrónicas de pago, como el PIX y el Código QR, por ejemplo, que representan innovaciones más sostenibles. A su vez, las tarjetas virtuales ahorran en costos de producción de tarjetas de plástico, así como en gastos de envío a los clientes.
Los recibos digitales reducen la cantidad de papel utilizado para emitir los comprobantes físicos, con lo que se reduce la cantidad de basura generada. A su vez, las billeteras digitales sustituyen las tarjetas físicas y el dinero en efectivo, lo que se traduce en menos residuos.
Además, los mecanismos de seguimiento de las transacciones pueden ofrecer una mayor transparencia de cada una de ellas y contribuir a reducir las emisiones de carbono.
La biometría basada en la lectura de la palma de la mano es otra opción disruptiva que, muy posiblemente, traiga un enfoque aún más sostenible al ecosistema de pagos en cuanto empiece a ser utilizada ampliamente en Brasil. Esta opción permite pagar las cuentas sin ningún contacto y sin tener que usar tarjeta ni celular.
Es una maravillosa manera de reducir la huella de carbono y permitir nuevas posibilidades digitales para las compras, incluyendo la eliminación de las filas.
La sostenibilidad es un camino sin regreso y su progreso depende de la participación de todos. Sabemos que el viaje hacia lo digital ya comenzó y, afortunadamente, está ganando fuerza con la incorporación tanto de comercios como de clientes.
Los avances tecnológicos permiten tener experiencias de consumo diferenciadas en un entorno cada vez más digital, capaz de revolucionar todo el sector de los medios de pago y convertirlo en uno de los más avanzados del mundo en términos de sostenibilidad.
De esta manera, con cada nueva compra estaremos contribuyendo a un mundo mejor.