La industria de alimentos en Colombia también está experimentando una transformación tecnológica impulsada por estrategias de marketing innovadoras.
En un mercado dinámico y competitivo como el nuestro, la capacidad de destacar, conectar y satisfacer las necesidades del consumidor es fundamental para el éxito empresarial.
Este sector productivo representa el 3 por ciento del PIB del país, según datos del DANE, y genera cerca de 650.000 empleos, según la Superintendencia de Sociedades. Además, la industria de alimentos en Colombia está conformada por cerca de 45.000 empresas (98 por ciento son micro y pequeñas), instaladas en todo el territorio nacional.
En el mercado colombiano, tres de las cinco empresas más innovadoras según el ranquin de Innovación Empresarial de la ANDI son compañías de alimentos, por lo que esta tendencia a la innovación comienza a marcar una nueva ruta para el consumo.
Durante el ‘II Encuentro directivo’ de 2024 de OBS Business School, que contó con la participación de Miquel Campmany, Marketing Capability Manager y Consumer Communication Head de Nestlé, se analizaron los avances del sector de la alimentación en materia de marketing.
En enero de este año, la variación anual del IPC fue del 8,35 por ciento, es decir, 4,90 puntos porcentuales menos que la reportada en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, los precios de los productos han aumentado considerablemente.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la elección de los alimentos está influenciada, en primera instancia, por la disponibilidad física de los productos y el rango de precios con que se ofertan, pero también se elige con base en preferencias personales de los consumidores, determinadas por el sabor, la comodidad y la cultura.
Según Campmany, “la explosión digital y la aparición de nuevos canales ha cambiado radicalmente nuestra manera de relacionarnos con los consumidores, y solo con innovación permanente se puede mantener la calidad de los alimentos, especialmente cuando se producen a gran escala”.
Y añade: “No se trata solo de garantizar que cada día se mejora el perfil nutricional de los alimentos, sino que conseguir que además agraden a los consumidores, algo muy subjetivo; y ello pasa por mejorar los sabores y la organolepsia de los productos”.
Tendencias del marketing alimentario, según Campmany
- Crear marcas con propósito: marcas que, más allá de describir un producto, buscan dejar huella en la sociedad. Sin embargo, estamos viviendo una pelea feroz entre fabricantes y distribuidores por convertir en relevantes sus productos, asegura, y por tanto se hace vital educar desde temprana edad para enriquecer el criterio de los consumidores.
- Innovación sostenible: la construcción de una marca en este sector pasa por encontrar vías diferentes de innovación, porque es la única manera de garantizar una cierta sostenibilidad de los medios de alimentación con que contamos, por ejemplo, los productos de proteína vegetal, una de las vías con mayor previsión de desarrollo.
- Analítica de datos: si los datos con los que se cuentan no son bien interpretados, no cumplen su función. Por eso, es imprescindible contar con los mejores expertos en consumo del consumidor y en psicología para que nos ayuden a obtener una información correcta.
- Influencers adecuados: para que un influencer le dé voz a una marca determinada, Campmany considera imprescindible que tenga un punto de conexión con ella, que compartan público objetivo, que hablen de la misma temática o, incluso, que tenga proximidad con los productos.
- La IA, una aliada: una herramienta que simplificará algunas tareas y liberará nuestro tiempo para poder dedicarlo al análisis y la perspectiva. En el sector de la alimentación en concreto, puede aportar valor no solo en el output (temas visuales, diseños, etcétera), sino en especial en el inicio de los procesos.
Teniendo en cuenta todo lo que expone el experto, es fundamental darle a la innovación un mayor peso del peso que tiene actualmente, así como considerar los cambios que se han podido generar en las tendencias de consumo.
Al promover prácticas comerciales éticas y sostenibles mediante la investigación y la innovación, la industria de alimentos en Colombia puede contribuir, de manera significativa, al bienestar de las comunidades locales y al cuidado del medio ambiente.