La red social que comanda Mark Zuckerberg inauguró recientemente un laboratorio de innovación en una escuela pública anclada en una favela de San Pablo, ofreciendo allí cursos gratuitos para hacer negocios en Facebook. ¿Qué ha visto la compañía californiana en el sur del mundo? Residentes de las favelas hablan de un espacio en el que “nadie te discrimina por el auto que conduces” y de una plataforma que ayuda a incrementar notablemente los ingresos de un negocio o empresa, desde peluquerías hasta desarrollos de amplio espectro.
Mark Zuckerberg es uno de los hombres jóvenes más poderosos del mundo. Las predicciones del ‘bebé’ de Silicon Valley, publicada recientemente en DattaMagazine , da cuenta de esta afirmación en forma cabal.
El patrón de Facebook recientemente bajó desde Estados Unidos hacia Centroamérica, más precisamente a Panamá, en el marco de la Cumbre de las Américas. Allí dialogó con diversos mandatarios de la región, entre ellos la presidente de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Según informó la agencia de noticias Télam, las partes conversaron sobre “cuestiones relacionadas con políticas de innovación tecnológica, ciencia y tecnología”. Además, la fuente señala que uno de los ejes en esta improvisada reunión fueron los ambiciosos planes de Internet.org, un programa impulsado por Zuckerberg cuyo objetivo es llevar conectividad a regiones del mundo sin conexión a Internet. ¿Filantropía?, ¿ánimo de llevar más ovejas al corral de Facebook?, ¿ambas motivaciones?
Por fuera de la especulación acerca de las intenciones de fondo de Internet.org en particular y de Facebook en general; lo cierto es que la mirada de este empresario estadounidense, que según Forbes es uno de los jóvenes más ricos del mundo y que sin dudas quedará en la historia como uno de los hombres más influyentes de la industria, también apunta al sur del continente. Su compañía cuenta con oficinas en diversas ciudades de la región, Buenos Aires incluida, y también emprende iniciativas de interesante repaso, como aquella que late en la favela más poblada de San Pablo, Brasil.
Un “me gusta” en el sur del mundo
La edición brasileña de El País dio cuenta recientemente del arribo de Facebook aHeliópolis, una favela ubicada a menos de 10 kilómetros del centro de San Pablo en la cual habitan unos 200 mil habitantes. Según anota la fuente, allí “Facebook acaba de plantar una semilla que puede rendirle millonarios beneficios”. Esta participación inaugura los intereses de Facebook en comunidades de este tipo que, una vez barrido el estigma latente, pueden convertirse en un bastión comercial de gran alcance. El País cuenta que otras multinacionales como Coca-Cola ya han mostrado su gusto por invertir en las favelas de Brasil.
Coca-Cola en las favelas, publicada en el blog Snack Crime, es una entrada de lectura más que recomendada para dejarnos guiar en este repaso en torno a la participación de una firma californiana en uno de las plazas más humildes del sur del mundo. “Coca-Cola no es la única compañía que ha visto a Brasil como una potencial bendición”, se indica y se mencionan a otras firmas como Nestlé, también partícipes del fenómeno que aquí repasamos. El mencionado artículo cierra con una reflexión crítica, aplicable a los fines aquí expuestos. Indaga el autor: “¿Son éticas estas prácticas comerciales para atraer a ciertas poblaciones? Si no lo son, ¿qué deberíamos hacer para regular la acción de estas empresas?”.
Volvamos a Heliópolis, donde la mirada de los propios habitantes (al menos en apariencia) se muestra complaciente y agradecida. La incursión de mayor social media en aquel humilde paraje a miles de kilómetros de Silicon Valley, la cuna de Facebook, toma forma en un laboratorio que cuenta con quince computadoras. La inversión no parece ser extensa. El foco está puesto en la innovación y en el crecimiento de orden empresarial. El laboratorio de Facebook se resume en la capacitación: procura enseñar a 5 mil pequeños emprendedores de aquella comunidad a desarrollar dentro de la red páginas para promocionar sus negocios. Para sus vidrieras virtuales, los comerciantes new age aprenden a colocar contenido y también a promocionar su propia vitrina en otros muros, pagando anuncios que ofrece la mismísima compañía de Zuckerberg.
El sitio brasileño Jornal de Noticias inicia su repaso con una interesante reflexión. Dice: “Cuando una empresa tiene más clientes que la población total de algunos países, es necesaria mucha creatividad para encontrar nuevas maneras de crecer y llegar a nuevos públicos”. Y agrega: “Pero el ingenio es algo que no le falta a Facebook”. A modo de asterisco, vale recordar que esta red social ostenta más de 1.3 millones de usuarios activos, unas treinta veces más que la población total de la Argentina.
Estadísticas elaboradas por la compañía dan cuenta de que se trata de que este movimiento “evangelizador” es una buena estrategia por parte de Facebook: el 90 por ciento de los habitantes de Heliópolis cuenta con un perfil en la red social, mientras que sólo el 14 por ciento de los emprendedores cuenta con una página para promocionar su negocio. En este sentido, el sendero parece allanado. Se indica además que Heliópolis en un perfecto laboratorio de pruebas para las intenciones de Facebook, siendo Brasil uno de los países donde mayor movimiento se registra dentro de la red. Datos recientes provistos por la consultora ComScore señalan que los brasileños pasan más tiempo en Facebook que los argentinos y los mexicanos, en conjunto, pasan en Internet.
Patrick Hruby, director de negocios para pymes en Facebook, dijo: “Es un proyecto pionero en el mundo, un laboratorio de innovación con quince computadores para llevar conocimiento y capacitación a la comunidad, para mostrar cómo una página puede ser útil para una pequeña empresa”. Vale mencionar que la iniciativa impulsada por la red social cuenta con el apoyo de Sebrae, organismo de fomento para pequeños y mediados emprendedores en Brasil.
En el detrás de bambalinas de este proyecto aparece una idea pequeña que, no obstante, motivó este gran plan de Facebook. La anécdota: el dueño de una panchería ubicada en la Rocina, la favela más populosa de todo Brasil, había contado en el marco de una feria para emprendedores que recibe pedidos de delivery a través del chat de Facebook y que esta herramienta ayudó a incrementar notablemente las ventas de su negocio. “Nos contó que el 70 por ciento de sus ventas provenían de Facebook, o sea, que concretaba negocios con sus clientes a través de su perfil”, explicó Hurby en torno a este hecho que fue el trampolín que catapultó a Facebook al corazón de la favela.
El ejecutivo dijo que “es el proyecto más importante de este año en América Latina”. En tanto, no se descarta que el plan de Facebook que late en la favela de San Pablo irradie su alcance y llegue, acaso, a nuestro país. Y más allá de una verdad de perogrullo (que Facebook no es una entidad de beneficiencia y que también está haciendo negocio) será cuestión de buscar el beneficio que esta iniciativa pueda arrojar. En definitiva, hacer crecer un negocio en una plaza imposible de ignorar en la nueva era: las vidrieras sociales.