Las redes sociales y los foros se están convirtiendo en el lugar más visitado por las madres antes de recurrir al pediatra por una consulta médica. Aunque los padres advierten que hay que llevar a los pequeños a un control, algunas dudas prefieren “googlearlas”.
Antiguamente eran las abuelas, luego las amigas, después las enfermeras, más tarde los médicos de cabecera o los pediatras y ahora es Google. Cuando el nene llora de noche, vomita, tiene fiebre, patalea por demás o le sale un sarpullido muchas madres encienden la computadora o sus celulares antes de llevarlo a una guardia o llamar al pediatra.
Basta con escribir la consulta en la barra de búsquedas “¿Qué hago si mi bebé vomita?” y pronto se alistan los distintos sitios que ofrecen respuestas para ello. El universo de Google no sólo se presta para navegar por doquier en búsqueda de respuestas de toda índole, también esta diagramado de manera que el usuario que ya tiene por costumbre “googlear” también encuentre allí respuestas de profesionales.
En este sentido, en el año 2013 el gigante de Silicon Valley desarrolló y puso en funcionamiento su sección Helpouts que se define como un servicio de colaboración en línea donde los usuarios comparten conocimientos por streaming. Dos personajes intervienen, por un lado los “proveedores” que pueden ser empresas o individuos que ofrecen el servicio, y por otro lado, los internautas que lo consumen.
Lo llamativo es que entre los proveedores figuran los servicios de salud, es así como un usuario puede contratar una consulta médica online si lo deseara. Si este quedó conforme con la respuesta paga por ello por medio de Google Wallet y, como requisito, deja su opinión para calificar el prestador.
Aunque Helpouts funciona en países como Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Reino Unido, Australia o Nueva Zelanda, la tendencia de googlear es tan fuerte que los mismos médicos aseguran que atienden muchos casos donde los padres han cometido algún error por seguir las indicaciones que leyeron en Internet, o están estresados pensando que sus hijos padecen una enfermedad cuyos síntomas leyeron en algún portal.
Cierto es que la existencia de estos sitios puede ser de mucha ayuda para madres o padres primerizos y que, en algunos casos, estos referencian sus contenidos con el aporte de un médico matriculado. Pero ¿Qué sucede con la información desactualizada? ¿Quién controla lo que se brinda en los foros o redes sociales donde no participa gente idónea? Y por último ¿Hasta dónde afecta a los niños esta entropía informática de la nueva era?
¿Madres y padres inteligentes?
En los tiempos que corren donde casi todo y todos estamos conectados es posible “googlear” en casi cualquier parte hacia donde lleguen los brazos de Internet. Televisores, teléfonos, tabletas, wearables, electrodomésticos, autos, casas y ciudades se jactan de ser inteligentes por contar con conexión a la red.
Las personas contamos con todo tipo de dispositivos para formar parte del entramado y socavar dudas o, incluso, convertirse en fuente de información desde un reloj, unas gafas o un celular. En un informe realizado en el año 2013 denominado “La verdad sobre las madres inteligentes” se pudo atribuir este creciente fenómeno de Internet a que cada vez existen más madres que participan de la red por medio de un blog.
Estas no sólo son consultantes, sino que el 36% de las encuestadas son las creadoras de un portal donde se comparten experiencias como madres, temas relacionados a la salud de sus hijos, consejos y recomendaciones, etc.
Diario de una mamá pediatra, por ejemplo, es el blog de Amalia Arce, una médica pediatra de Barcelona madre de dos hijas que no sólo comparte desde el año 2009 sus experiencias sino que además brinda asesoramiento sobre diferentes asuntos relacionados con la salud de los niños. El portal que recibe más de 27 mil visitas semanales tiene una variante en un libro que fue publicado en mayo del 2014 con el mismo nombre en donde, entre otras cosas, hace referencia al boom de la medicina 2.0.
Al respecto, la doctora Arce dice que “Los padres quieren estar informados sobre temas de salud y de crianza. Y buscan opiniones y conocimientos. Coincide con que unos cuantos pediatras nos hemos puesto a explorar estos nuevos canales de la comunicación y los hemos integrado en nuestra vida profesional”. Según ella esto es posible porque “los padres novatos pertenecen a ese rango de población habituada al uso diario de las tecnologías de la información”.
Su colega, Jesús Martínez, cuenta en una entrevista realizada por el sitio Mujerhoy.com que “Los tiempos del pediatra autoritario, que imparte cátedra desde su mesa y ataviado con su bata, están tocando a su fin”. Martínez administra una comunidad virtual llamada El médico demi hij@ y un grupo de Facebook en donde comparte información, notas y consultas. Si bien es un activo usuario de la web, también entiende que este puede resultar perjudicial para la salud: “Internet aporta conocimientos y basura, por lo que es complicado llegar a saber qué información es fiable y cuál es pura charlatanería”.
En este sentido es muy difícil llegar a una respuesta concreta de cuán inteligentes son los padres en la actualidad. Claro que hay dos formas de referenciar la inteligencia ahora, tal y como la conocemos desde siempre, como la capacidad de pensar, entender, asimilar, elaborar información y emplear el uso de la lógica, y también dentro del combo “Smart”, es decir, todo aquello que nos permite pensar, entender y asimilar mediante la conectividad. Entonces, ¿existe un uso lógico de las redes?
Google responde
Como hemos dicho al inicio de este artículo, basta con googlear una pregunta, incluso sólo una palabra para obtener una respuesta. Si queremos ser más específicos podemos poner una frase determinante “mi hijo no come”, “mi bebé tiene diarrea” o “ebola”, recordemos que en el ranking de las 20 búsquedas más populares de Google, este virus ocupó uno de los primeros puestos.
El listado de sitios que se ofrecen como proveedores de tips, consejos, recomendaciones, asesoramiento, y demás maneras de ofrecer contenido de esta índole es interminable. Entre los sitios que primero aparecen en las búsquedas de Google nos encontramos con uno que se presenta como “el primer club de madres de Latinoamérica” (materna.com.ar) o un portal cuya descripción asegura que es “la web para ser mejores padres” (solohijos.com/web).
Son reconocidos los foros de planetamama.com.ar, todobebe.com, guiainfantil.com, mamasvip.com, mamasybebes.com por permitir la interacción entre los usuarios. También la industria de Disney le dedicó un espacio a este fenómeno al crear disneybabble.com/ar para apoyar y acompañar a las madres.
Con todo, y más aún de lo que mencionamos, es recomendable visitar al médico pediatra por más cómodo que resulte googlear una duda. En todo caso, y siguiendo las afirmaciones de la doctora Arce, podemos convenir diferentes vías para contactar al médico de nuestro hijo (por WhatsApp, Facebook u otro medio) para sacarnos una duda, pero la consulta presencial es muy importante no sólo para que el niño establezca una relación segura con su médico sino además para no cometer el error de confundir los síntomas, menospreciar o exagerar una afección.
Coleen Moore, coordinadora de desarrollo de recursos del Instituto para la Recuperación de Adicciones de Illinois, en la ciudad de Peoria, dice que ella está viendo cada vez más mujeres que ingresan por esa adicción. Ellas son jóvenes, normalmente madres primerizas y son adictas a blogs, foros de debate y Second Life, dijo la experta del sitio Parenting.com.
Probablemente no seas el tipo de adicto como los que ha visto Moore, mujeres que no se bañan y abusan de medicamentos para poder permanecer despiertas y estar más tiempo en línea. Pero quizá sacrifiques un tiempo valioso para estar con tu bebé.
Algunos argumentos para tratar de entender qué nos engancha al brillo azul de la pantalla.
Cuando varias madres mencionan al pasar a “Roxi” como una clave; o si alguien cuenta que “Roxi” dijo o escribió tal o cual cosa en su blog, uno empieza a preguntarse: ¿Y quién diablos es esta Roxi? “La maternidad según Roxi” es un combo que incluye una serie de televisión por Internet ( www.segunroxi.tv ), un blog y cuentas en redes sociales en las que una madre (Roxi) intenta hacer equilibrio entre la vida laboral y las exigencias de su hija Clarita; las presiones externas y la crítica mordaz a las imposiciones de la moda y el marketing que hoy dictan un modelo de “buena madre” imposible de alcanzar. La idea llevada adelante por Julieta Otero (factótum y protagonista de los videos, blog y cuentas en redes sociales), con guiones de la autora Azul Lombardía, resultó todo un éxito por la inmediata identificación de miles de madres, entre los treinta y los cuarenta, sobre lo que piensan, sienten y, hasta no hace mucho, callaban.
Ese lugar de “buena madre” es justamente al que Roxi siempre desea llegar, según los cánones de una persona de clase media, “progresista” (dice); que no quiere perderse nada que pueda hacerle bien a Clarita, pero cargada de obligaciones y, por momentos, superada por todo. Siempre con una cuota de humor, algo de autocompasión y una resignación benévola.
“Tengo miedo de abrir el cuaderno de Clarita y que me inviten a una Clase Abierta de algo”, dijo esta semana en su cuenta en Twitter, @segunroxi o, por ejemplo, advierte en broma: “Yo no era tan boluda antes de ser mamá”. Tal como lo hicieron un poco antes Ingrid Beck y Paula Rodríguez con la saga de libros Guía (inútil) para madres primerizas en la que inauguraron esto de que las madres ahora pueden “reírse” de sí mismas sin complejos.