La industria del plástico emitirá 56.000 millones de toneladas de dióxido de carbono a 2050, triplicando la generación de residuos en los próximos 37 años. Esas fueron las alarmantes proyecciones que dio el presidente francés Emmanuel Macron en un discurso dirigido a las delegaciones de 175 países recientemente en París.
Esta problemática cobra especial relevancia en el “Día mundial del medio ambiente”, que en 2023 se centrará en soluciones para la contaminación por plástico, según anunció el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Tras cinco décadas de conmemoración, este año la efeméride internacional busca concienciar acerca de las diversas amenazas del plástico y su impacto negativo a escala mundial.
“Pensar que en 2050 podría haber más plástico que peces en el océano es más que impactante. Los estudios con respecto al impacto colosal que podría tener la producción y el consumo de plástico en las próximas tres décadas nos han dado suficiente evidencia para tomar acción con urgencia y comenzar a implementar políticas de tolerancia cero”, dice Javier Ortiz, presidente para el Clúster Andino en Schneider Electric.
Ante esta crisis medioambiental, que se traduce en una alta concentración de este material en océanos, ríos y superficies terrestres, además de sus efectos nocivos para los ecosistemas, la fauna, la salud humana y la estabilidad de la economía mundial, diversas organizaciones internacionales y actores del mundo corporativo están tomando acción con un llamado urgente a la activación de medidas vinculadas a la adopción de una cultura de circularidad.
En el marco de su estrategia de sostenibilidad, Schneider Electric ha adoptado medidas concretas para combatir la contaminación por plástico en el mundo. Una de ellas corresponde a la eliminación de los plásticos de un solo uso en sus envases primarios, secundarios y en todas aquellas operaciones adicionales a su producción, como catering y mercancías, entre otros.
Así mismo, y como está estipulado en su programa “Sustainability Impact 2021-2025“, la organización proyecta aumentar en un 50 por ciento el uso de materiales ecológicos en la fabricación de sus productos.
Un ejemplo de eso es el aporte que realizó durante 2022 a raíz de una alianza con la empresa internacional de nutrición, salud y vida sostenible DSM, con la que trabajó para transformar residuos de redes de pesca en plástico técnico de alta calidad para sus aparatos eléctricos, resultando en la primera gama de productos del sector en recibir la certificación internacional Cradle to Cradle Silver por el diseño responsable de sus productos.
“Como empresa de impacto, tenemos no solo el deber, sino la responsabilidad de comprometernos a promover una conducta corporativa eficiente en el uso de los recursos y tomar medidas en toda nuestra cadena de valor para reducir el uso del plástico. Esto incluye aumentar el contenido de materiales ecológicos de los productos, eliminar los plásticos de único uso, proteger la biodiversidad y los hábitats”, agrega Javier Ortiz.
Schneider Electric cuenta también con oportunidades de educación sostenible. El programa “Sustainability School” es una iniciativa que invita a otras compañías a adquirir conocimientos en sostenibilidad para potenciar sus estrategias y acelerar su proceso de descarbonización, lo que se alinea con la convocatoria abierta “Go Green“, que incentiva a jóvenes estudiantes de todo el mundo a presentar sus proyectos en circularidad en el marco de un concurso global.