La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en la columna vertebral de muchas aplicaciones innovadoras en la industria de los smartphones, con funcionalidades que les brindan numerosos beneficios a los usuarios, como asistentes virtuales o bloqueo de pantalla con reconocimiento de rostro.
Lo más interesante es que no se trata de una tecnología nueva. La IA hizo su debut en los años 30 y 40 del siglo 21, cuando se produjo un gran desarrollo industrial debido a la Segunda Guerra Mundial. Esto indica que, si bien es un referente innovador de vieja data, sólo hasta años muy recientes se han visto con mayor claridad sus aplicaciones.
Ahora, los usuarios llevan esta tecnología a todas partes gracias a la evolución de los chipsets, componentes que incursionaron con un tamaño de 28 nm a comienzos de 2010 y que han evolucionado hasta los actuales 4 nm.
“Los smartphones aprenden de nosotros, desde la manera como usamos las aplicaciones y los dispositivos mismos, hasta lo que buscamos o les ordenamos por comando de voz”, comenta Alexander Rojas, gerente de desarrollo de negocios para Colombia y Centroamérica.
El chipset monitorea, de manera constante, las aplicaciones que se están ejecutando y los recursos que necesitan redes celulares, Wi-Fi y Bluetooth, entre otras. Así mismo, determina la mejor combinación para reducir el gasto innecesario de recursos, lo que permite que el consumo de energía sea menor y la duración de la batería sea mucho más prolongada.
“No hubiera sido posible implementar esta tecnología en las primeras versiones de los smartphones a inicios de la década pasada porque era imposible procesar, con eficiencia, toda la información que se requiere para tener rutinas de IA”, agrega Rojas.
Una de las funciones por las que se identifica el uso de IA es la fotografía. En este apartado se emplean algoritmos inteligentes que permiten tomar mejores decisiones, sin preocuparse por las condiciones de luz, el contraste, el brillo y la saturación, entre otras muchas configuraciones. Se trata de algoritmos de AI que se encargan de ajustar, automáticamente, todos los valores para obtener las mejores capturas de fotos y videos.
Por otra parte, los smartphones y los videojuegos van de la mano, y los algoritmos de AI cumplen un papel fundamental porque son los encargados de ajustar y tomar el máximo potencial del chipset para tener una buena experiencia sin sacrificar otras aplicaciones, al tiempo que mantienen la conectividad, ofreciendo la mejor experiencia de uso.
La mayoría de chipsets de última generación incluye procesadores dedicados para IA. La diferencia radica en cómo se utiliza esta capacidad. MediaTek ha desarrollado cuatro tecnologías con algoritmos dedicados de AI. Una de las principales es CorePilot, que monitorea el desempeño del chipset y permite un desempeño único en la ejecución de aplicaciones y eficiencia. Para todo lo que tiene que ver con video y fotografía existe ImagiQ, una tecnología dedicada que aprende de los hábitos del usuario y mejorar la experiencia tomando como base sus gustos.
La tecnología más reciente de la era 5G de MediaTek, basada en AI, es HyperEngine, que permite una mejor experiencia en videojuegos al hacer uso de algoritmos que mejoran la conectividad, la respuesta en pantalla y el uso de recursos.
Por último y la más importante de todas, es Ultra Save, funcionalidad de IA que analiza, en tiempo real, todas las redes a las que se encuentra conectado el smartphone con el fin de garantizar la mejor conectividad, una conexión sostenida y bajo consumo de batería.
“Este es solo el comienzo para la IA. Con la llegada de chipsets más poderosos, como el nuevo Dimensity 9000, la capacidad de procesamiento seguirá avanzando y se verá traducida en algoritmos que actúan a un nivel más profundo, llegando a ejecutar esquemas de IA en todas las funciones del smartphone que mejorarán la eficiencia y las experiencias multimedia”, concluye Rojas.