Apple ha vuelto a los tribunales por una demanda colectiva que acusa a la compañía de haber inflado los precios de los iPod, especialmente después de restringir el acceso a otros catálogos de música distintos de iTunes, especialmente deRealNetworks.
La demanda colectiva, que integra las quejas tanto de consumidores individuales como de minoristas, solicita una compensación de 350 millones de dólares por los daños causados por Apple al decidir bloquear a sus competidores, ha informado Reuters.
La primera demanda apareció en 2005 cuando los afectados denunciaron a Apple por vincular iPod a su tienda ‘online’ iTunes, de tal forma que el dispositivo solo podría reproducir música del propio servicio de la compañía, lo que afectó a la tienda digital de RealNetworks y a su reproductor, RealPlayer.
Posteriormente, la demanda se amplió al entender que la restricción permitió a Apple establecer precios inflados sobre los iPod en el mercado.
Durante la primera sesión, el abogado de Apple, William Isaacson, ha defendido que la compañía tenía derecho a mejorar su servicio iTunes para proteger los iPod de amenazas externas, así como del daño que podría causar el software de RealNetworks.
La defensa de los demandantes, por su parte, ha presentado como pruebas una serie de emails de altos ejecutivos de la compañía, entre los que se incluye a Steve Jobs, que contienen referencias a la una posible estrategia para eliminar a la competencia.
El iPhone, seis veces más caro de lo que cuesta
No es la primera vez que a la compañía fundada por Steve Jobs se le acusa de inflar los precios, pero lo cierto es que su estrategia es esa, anteponer las ganancias y que sus productos tengan un halo de exclusividad, a convertirse en una marca de masas.
El ejemplo más claro es el precio del iPhone. Fabricarlo cuesta alrededor de unos 120 euros y lo venden a más de 700, es decir, su precio multiplica por seis el coste de producción.