En los últimos meses, Colombia ha presentado cambios significativos en el sector financiero con la entrada de nuevos aliados y modelos de negocio podrían marcar un inicio a la revolución financiera del país.
Se trata del open banking, un mecanismo que les permitirá a los bancos acceder a los datos de sus clientes o de otras entidades financieras mediante una interfaz de programación de aplicaciones (API) que permitirá la integración de servicios con terceros y la posibilidad de ofrecerlos gracias a actores no financieros.
A partir del desarrollo de la economía de datos como la mencionada anteriormente, junto con el open finance y el open data, surge el Banking as a Service (BaaS), modelo en el que los bancos con licencia exponen sus servicios por medio de API directamente a otras compañías bancarias y no bancarias.
De esa manera, las organizaciones financieras podrán ofrecerles a sus clientes diversos productos y servicios personalizados, como tarjetas débito, créditos, cuentas bancarias móviles y servicios de pago, entre otros, sin necesidad de adquirir una licencia bancaria.
Este modelo, según un estudio de Market Research, estaría avaluado para 2028 en 2.299 millones de dólares y ha sido aplicado con éxito en Estados Unidos, Europa y Asia, con impacto en el mecanismo bancario y aumentando las ganancias a lo largo del tiempo.
En este sentido, son tres los actores principales que interactúan en el BaaS: las instituciones financieras, el proveedor de plataformas tecnológicas (APIS) y un consumidor de servicios que esté interesado en integrar los servicios bancarios en su propuesta de valor.
Así, se genera la llegada de nuevos clientes y segmentos, mayor rapidez para comercializar productos y servicios innovadores con aliados estratégicos, una ampliación de la oferta de servicios personalizados, un incremento de los canales de distribución disminuyendo costos y una mayor monetización de los servicios ofrecidos por el sector financiero.
“El BaaS es una apuesta para acelerar la inclusión financiera y una muestra de la evolución del ecosistema financiero mundial y cómo es posible que, en un momento dado, cualquier empresa puede involucrarse con algo fintech. Para que esto sea efectivo se debe contar con la modernización de estructuras tecnológicas y, sobre todo, con la adopción de una estrategia de API que permita el intercambio de información, la transaccionalidad y la integración con terceros”, indica José Gómez, country manager de Sensedia para Colombia y Perú.