Hacer las actividades de la vida con independencia y autonomía es uno de los grandes anhelos de la población en condición de discapacidad. Por eso, y para celebrar la apertura de la primera droguería incluyente de Medellín, Colsubsidio invitó a un grupo de personas ciegas, sordas y usuarias de sillas de ruedas a evaluar la infraestructura y accesibilidad del lugar.
El resultado fue que todos los asistentes aprobaron la droguería, en la que se invirtieron seis meses de trabajo colectivo entre la marca y diversos expertos en inclusión.
Entre otras características, el espacio cuenta con:
– Guías podotáctiles en el piso para orientar al usuario en su recorrido.
– Mapa en braille, alto relieve y con convenciones para el fácil reconocimiento de la ubicación de áreas y productos.
– Punto de atención adecuado para la atención de personas en silla de ruedas o de talla baja.
– Góndolas diseñadas para facilitar el acceso a los productos de manera autónoma, fácil y segura
– Corredores amplios que permiten el desplazamiento cómodo en silla de ruedas
– Señalética en lengua de señas, Braille e idioma inglés y español.
Además, en la droguería se implementó el sistema Digibeep, un dispositivo que permite el llamado a la población con limitaciones visuales y auditivas por medio de señales de vibración y luz al momento de su turno. “El proceso de hacer realidad esta droguería nos llevó por caminos de aprendizaje a todo nivel e implicó pensar cuál era la manera adecuada de crearla, qué debería tener, cuál era el lugar más idóneo, cuáles los medios de transporte para que las personas llegaran fácilmente y qué instituciones especializadas consultar. En ese camino, aplicamos una premisa de las personas en condición de discapacidad: ‘Nada para nosotros, sin nosotros’”, asegura Marcela García, coordinadora de aseguramiento de Calidad de Droguerías Colsubsidio en Medellín.