En el contexto actual de transformación digital, los smartphones se han convertido en una parte indispensable de la vida diaria para miles de millones de personas en todo el mundo.
Según cifras oficiales de BankmyCell, para 2024, el número de usuarios de teléfonos inteligentes en el mundo será de 4,88 mil millones, lo que se traduce en que el 60,42 por ciento de la población mundial posee un teléfono inteligente.
Estos dispositivos nos brindan acceso instantáneo a una amplia gama de servicios digitales, desde redes sociales hasta aplicaciones de productividad y entretenimiento en la Nube.
Sin embargo, el creciente uso masivo de smartphones no solo ha transformado la forma en que nos comunicamos y realizamos tareas cotidianas, sino que también ha generado un impacto significativo en la sostenibilidad de los centros de datos a nivel global.
La proliferación de smartphones ha impulsado una explosión en la demanda de servicios digitales, lo que a su vez ha aumentado la carga sobre los centros de datos, que se convierten en la columna vertebral de la infraestructura digital moderna al ser responsables de almacenar, procesar y distribuir grandes cantidades de datos que alimentan las aplicaciones y los servicios en línea.
“A medida que más personas recurren a sus smartphones para acceder a estos servicios, la demanda de capacidad de procesamiento y almacenamiento en los centros de datos continúa aumentando exponencialmente, además este crecimiento en el uso de teléfonos inteligentes contribuye al crecimiento de los centros de datos, que McKinsey estima que crecerá un 10 por ciento anual hasta 2030”, declaró Lina Bernal, directora de Secure Power para el Clúster Andino de Schneider Electric.
Este panorama plantea desafíos significativos en términos de sostenibilidad para los centros de datos. Uno de los principales problemas es el aumento en el consumo de energía. En 2022, los centros de datos consumieron, aproximadamente, entre 240 y 340 teravatios hora (TWh) de electricidad a escala mundial, es decir, entre el 1 y el 1,3 por ciento de la demanda final de electricidad, y se estima que creció dos veces más rápido que la demanda de electricidad en general.
El crecimiento acelerado impulsa la adopción de un enfoque en la sostenibilidad. El informe realizado entre Schneider Electric y Forrester Consulting en 2023 revela que el 73 por ciento de sus encuestados consideró que la sostenibilidad es una prioridad empresarial para su organización y el 83 por ciento afirmó que utiliza la sostenibilidad como una manera para atraer nuevas oportunidades de negocio.
“El panorama de los centros de datos está condicionado por el crecimiento acelerado de la demanda de servicios digitales, lo que nos plantea diferentes interrogantes que son fundamentales para centrarnos en priorizar la resiliencia, la seguridad y la sostenibilidad con el objetivo de tener una infraestructura más confiable y mejor administrada y operada”, agregó Bernal.
Existen múltiples maneras de reducir las emisiones de carbono y gases de efecto invernadero, y hacer que un centro de datos sea más sostenible y respetuoso con el medioambiente.
Schneider Electric establece algunas pautas acerca de cómo hacer que un centro de datos sea sostenible:
- Adoptar una estrategia útil y audaz.
- Implementar diseños eficientes de los centros de datos.
- Impulsar la eficiencia en las operaciones.
- Adquirir energía renovable in situ y externa.
- Descarbonizar las cadenas de suministro.
“En Schneider Electric nos enfocamos en fabricar tecnologías de ahorro de energía que garanticen la mínima emisión de gases de efecto invernadero. Gracias a nuestra metodología probada basada en la colaboración y el intercambio de conocimientos podemos impulsar mejoras de eficiencia en toda la cartera global de sitios para liberar ahorros de costes operativos y progresos encaminados a la reducción de emisiones” concluyó la directora de Secure Power para el Clúster Andino de la compañía.
Abordar el impacto ambiental de los smartphones en la sostenibilidad de los centros de datos requerirá de una colaboración concertada entre todos los actores involucrados para adoptar prácticas sostenibles con respecto al uso de servicios digitales y en la operación de centros de datos.