Con la posesión de los nuevos miembros de la Junta Directiva de Ecopetrol, el Gobierno nacional da un paso más en su política de transición energética, por medio de la cual se han lanzado mensajes que, para muchos, podrían desestimular la inversión extranjera, teniendo en cuenta que el sector petrolero es en Colombia uno de los principales atractivos para los capitales foráneos.
Este tema, además de la tasa de cambio más costosa de la historia en el país, y una inflación que, según el DANE, es 6,40 puntos porcentuales mayor que la reportada en el mismo periodo del año anterior, sigue generando un panorama de inestabilidad, negativo para los inversionistas, y alarmante para las empresas colombianas que se preparan desde ya para una gran recesión en 2023.
Juan Carlos Arbeláez, socio de Impuestos & Servicios Legales de Crowe Colombia, dice que “el momento es incierto, pues además de de los movimientos políticos que ya tiene en marcha el Gobierno, las presiones inflacionarias globales han jugado un papel determinante en el deterioro de la economía nacional. Con el aumento de las tasas de interés se ha impulsado la volatilidad y, a la vez, un deterioro de las expectativas de crecimiento para el próximo año. Es por esto por lo que la planeación estratégica se vuelve fundamental para las empresas en este momento crucial de la economía nacional”.
¿Cómo prepararse para este panorama? En concepto del experto de Crowe, “aunque tras la pandemia la mayoría de las organizaciones entendió la importancia de flexibilizar sus planes y tomar decisiones rápidas, informadas y concretas, frente al futuro próximo es importante enfocarse en otros factores de análisis, como el componente político y las nuevas reglas en materias tributaria, macroeconómica y laboral”.
En este contexto, Arbeláez les aconseja a los empresarios pensar con cabeza fría y concentrarse en estrategias macro como:
1. Prestar especial atención a los mensajes de los mercados.
2. Trabajar en estrategias encaminadas a la optimización de sus cadenas de producción.
3. Concretar sus planes de transformación digital en busca de eficiencias financieras.
4. Establecer planes de reorganización en materia administrativa, financiera y tributaria.
5. Hacer uso positivo de la diferencia en el tema cambiario con el fin de abrirse a nuevos mercados.
Si bien estas estrategias son genéricas y pueden apalancar el crecimiento de muchos negocios, a nivel macro, “algunos sectores como el agroindustrial y el energético tendrán las de ganar e incluso podrán generar ingresos que mengüen la crisis. Así mismo, el sector de la tecnología y el de servicios tendrán que aprovechar porque seguramente se verán enfrentados a un ambiente favorable, o al menos estable, sin dejar atrás el turismo, que con la devaluación del peso, ha convertido a Colombia en un país atractivo para los viajeros del mundo”, afirma el experto de Crowe.
En la otra orilla están las empresas de los sectores que pueden sufrir un decrecimiento o un estancamiento, como es el caso de hidrocarburos, carbón, hierro y, en general, la minería, que se enfrentan a los riesgos de los cambios regulatorios que siguen en marcha y crean incertidumbre.