“Brújula minera”, estudio que consultó a más de 2.600 personas en Colombia, arrojó que el 74 por ciento de los ciudadanos en municipios mineros y el 64 por ciento de las personas en municipios no mineros creen que la minería es positiva para el país.
Esto, en relación con el proceso que les brinda a las empresas del sector la posibilidad de que puedan realizar ofertas y contraofertas por licencias en uno de los principales corredores auríferos del país, con apoyo en los permisos y la consulta indígena.
La tendencia será que la industria se vuelva aún más importante a medida que hace la transición a una economía baja en carbono, dado que el uso de metales y minerales como el cobre, el aluminio y el litio son cruciales en el desarrollo de diferentes elementos, desde vehículos eléctricos hasta turbinas eólicas y paneles solares.
“La minería es una industria extractiva responsable de entre el 4 y el 7 por ciento de las emisiones globales de gases del mundo. Sin embargo, y debido a que no hay sustituto para estos productos básicos esenciales, la industria tendrá que convertirse en parte del futuro bajo en carbono”, afirma Sebastián Giraldo, director de industrial automation para el Clúster Andino en Schneider Electric.
La apuesta por impulsar la minería responsable incluye el asesoramiento corporativo y la implementación de soluciones que combinen la Industria 4.0 y el Internet de las Cosas (IoT), y que permitan tener el control de cada uno de los procesos y las áreas a fin de obtener operaciones óptimas, seguras y sostenibles.
Ante este panorama, Giraldo añade que “el sector está evolucionando y cada día tiene mejor percepción de cara al mundo. Por ejemplo, diferentes mineras están utilizando sensores durante la fase de extracción para recopilar más información acerca de cada balde o cuchara de pala, lo que aumenta el rendimiento, ayuda a conservar el uso de agua y reduce el desperdicio de relaves”.
Cabe destacar que mediante la digitalización de la energía se busca optimizar el trabajo, tener mayor productividad, disminuir los costos de operatividad, reducir o eliminar los riesgos, y optimizar los tiempos en ejecución de las tareas.
“Los macrodatos también se pueden usar para el monitoreo en tiempo real de personas y máquinas en el sitio de la mina con el fin de ayudar a mejorar la productividad, aumentar la seguridad en sitio y proteger el medio ambiente”, puntualiza Sebastián Giraldo.