Por: Juan Camilo Motta, Consultor en Gestión Empresarial
Los lideres de las organizaciones, sean presidentes de las compañías o supervisores de pequeños grupos de trabajo, se están viendo abocados a desarrollar nuevas habilidades para potencializar sus competencias de liderazgo para lograr que sus equipos de trabajo continúen con el cumplimiento de los objetivos que se han planteado para poder transformarse, sobrevivir y mantener a flote sus negocios durante el nuevo mundo COVID-19.
Esto ha llevado a que las habilidades tradicionales de liderazgo organizacional, soportadas en gran parte en comunicación verbal asertiva y no verbal empática, se vean coaccionadas de funcionar por el distanciamiento social obligatorio que estamos viviendo. Esta circunstancia, ha llevado a no solo reinventar la forma de trabajar sino también de dirigir, por lo que se podría decir que el liderazgo esta evolucionado de un liderazgo tradicional a un liderazgo remoto o “liderazgo 2.0.”
Mientras que el liderazgo tradicional requería del contacto presencial con los equipos de trabajo, ser buenos oradores para transmitir discursos motivadores y disponer de espacios de reunión que permiten el relacionamiento entre las personas, teniendo así una perspectiva de 180grados (campo visual del ojo humano); ahora se debe adaptar esta interacción a una pantalla de 12 pulgadas, lo que implica desarrollar un set de nuevas habilidades para dirigir de forma remota. Parafraseando la entrevista de Richard HSU en su PodCast HSUUnited a Dorie Clark[1], estas nuevas habilidades se deben enfocar en:
- Ser más explícitos con las expectativas y tareas: Con la perdida de la interacción social, también se pierde la posibilidad que transmitir mensajes apoyados de la comunicación no verbal. Por ello, se hace necesario ser explicito en lo que se espera de la gente, ya no hay espacio para la interpretación; en reuniones presenciales uno puede aprender viendo a otras personas, pero el mundo virtual no te permite esto, por lo que se debe asegurar que el mensaje sea claro para todo los miembros del equipo.
- Comunicación Constante: Sin los espacios para encontrarnos en los oficinas, se reducen también las oportunidades para saber que esta pasando en la compañía. Se hace necesario entonces crear estructuras y rutinas de comunicación entre el equipo de trabajo y el líder, que permitan ser abiertos y transparente frente a las situaciones y decisiones que enfrenta la compañía, lo cual ayuda a que la confianza se fortalezca.
- El liderazgo 2.0 requiere de más reuniones 1:1 Dado que los espacios virtuales aún no permiten una interacción dinámica entre todos los miembros, se hace indispensable realizar reuniones individuales, no solo entre el líder y su equipo, sino entre los mismos miembros del equipo. Por eso el líder debe promover espacios de interacción entre su equipo para no perder las dinámicas de trabajo que son saludables para la organización.
- No desestimar la importancia de las micro conversaciones: Las micro interacciones o SmallTalk, son esos espacios de conversación que se tenían en los pasillos o al inicio de la jornada que ayudaban a crear conexiones más profundas entre las personas. No hay que despreciar estas rutinas, por eso el líder debe ser proactivo y propiciar espacios de relacionamiento para fortalecer los lazos de confianza y motivación con el equipo. Recuerda no enfocar la conversación en temas laborales.
- Ser más disciplinados: Los lideres remotos ahora deben ser más precisos y organizados en el seguimiento y acompañamiento del equipo de trabajo, procurando mantener las dinámicas que servían presencialmente y migrarlas al mundo virtual. Su inteligencia emocional debe estar más afinada que nunca, para que puedan ajustarse rápidamente a los sentimientos de las personas y lograr transmitir seguridad en las decisiones que se estén tomando.
Desarrollar rápidamente estas habilidades, permitirán a los lideres sacar avante los proyectos de sus organización. Además se abre la oportunidad para aquellos lideres que pueden ser introvertidos ha sobresalir en su labor, ya que el liderazgo 2.0 les permite tener ese relacionamiento 1:1 en el cual pueden destacar.
Al
final y algo que no cambia es la misión de un líder: lograr conectar con su
equipo, evocar confianza, mantener la coherencia organizacional y motivarlos a
la excelencia.
[1] Dorie Clark es una reconocida experta en branding personal y corporativo estadounidense, profesora de la Duke University’s Fugua School of Businnes y autora del libro “Stand Out” reconocido como el mejor libro de liderazgo en el 2015 por la revista Inc. Magazine;