Las empresas son sostenibles en entornos estables. Ante esta realidad, las compañías más importantes del mundo están ajustando sus modelos de negocio para reducir las huellas ecológicas que dejan a raíz de sus actividades y evitar el cambio climático en ciernes que amenaza a la vida en el planeta.
Que la industria automotriz migre a motores eléctricos o que el sector de productos lácteos en Colombia apueste por lograr en 2025 una ganadería sin deforestación, son algunos ejemplos del compromiso que las organizaciones tienen con la Tierra y sus habitantes.
Ante esta necesidad de generar un impacto positivo, Makro se ha vuelto referente en el sector de las grandes superficies en Colombia por sus buenas prácticas en la expansión y operación de sus tiendas, al contar con nueve certificaciones LEED (Liderazgo de Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés) en tiendas y ostenta una de las primeras distinciones platinum para el retail en el país.
Makro ha emprendido diversos proyectos tendientes a disminuir su impacto ambiental durante los 26 años de operaciones en Colombia. Sus acciones iniciaron con la creación de incentivos para abandonar el uso de bolsas plásticas en las compras y ahora implementa un abanico de acciones medibles, estandarizadas, certificadas y con impacto, no solo en el ambiente, sino también a nivel económico y social, con el apoyo de proveedores y colaboradores.
Arnoud J. Van Winderge, CEO de la compañía, asegura que “Makro se ha planteado metas calculables y progresivas para avanzar cada vez más en la protección del planeta”. Por ejemplo, para 2020 la compañía redujo un 30 por ciento su huella de carbono en Colombia con respecto a la línea base de 2018, superando ampliamente la meta de lograr el 10 por ciento de reducción consignada en el Informe de Sostenibilidad de 2020.
Por otra parte, la gestión del talento humano fue un factor indispensable para alcanzar los objetivos planteados como organización. Durante la difícil situación de 2020, como consecuencia de la COVID-19, Makro buscó diferentes alternativas que buscaran proteger los empleos de sus colaboradores.
Al cierre del año pasado contaba con 1.709 colaboradores en casi paridad de género (47 por ciento mujeres, y 53 por ciento hombres), a quienes que se les capacitó en la Universidad Makro en herramientas de e-learning para reforzar los conocimientos relacionados con los procesos de las tiendas, la cultura de la retroalimentación, la competencia justa y las buenas prácticas de manufactura.
Así mismo, los indicadores de sostenibilidad de la compañía, estandarizados para todas las unidades mundiales de negocio, muestran que Makro Colombia dejó de consumir 492.717 litros de agua y de generar 181,920 kilos de residuos, y aprovechó 1.772 toneladas de materiales.
“El aprovechamiento de los residuos que generamos fue del 66 por ciento. Esto quiere decir que se pudieron reintegrar a un proceso productivo en vez de irse como desechos a los rellenos sanitarios”, afirma Van Winderge
Las tiendas LEED aprovecharon en su construcción el 90 por ciento de los residuos que se generaron y en su operación usan equipos eficientes en el consumo de agua y energía. Además, mantienen un aire de calidad al interior, entre otras características que permiten ofrecerles a los clientes un servicio más consciente con el medio ambiente.