Las dinámicas laborales en el último año han dado un vuelco total. Pasamos de una tendencia en la que todos los colaboradores asistían de forma presencial y las empresas más “actualizadas” funcionaban con algunos días de teletrabajo. En menos de quince días, las organizaciones tuvieron que apostarle al teletrabajo. Inicialmente, se creyó que sería un tiempo corto, pero este se ha extendido mucho más de los pensado.
El impacto de esta implementación obligatoria de trabajo en casa debido a la pandemia reveló que la flexibilidad llegó para quedarse y que los empleadores que quieran retener a los empleados talentosos deben aceptar la idea del trabajo híbrido, incluso después de la actual crisis de salud. Por lo tanto, organizaciones y personas se deben plantear nuevos retos para seguir bajo esta nueva modalidad laboral.
Comencemos entonces por las organizaciones, las cuales, sin duda, cada día se renuevan para generar cercanía con el talento humano. Estas son las claves para seguir avanzando con dicho formato laboral: seguir entregando todos los implementos de trabajo, ya que es una forma de contribuir a la gestión y velar por el bienestar de la gente, y motivar las pausas activas que favorecen el movimiento corporal.
Sin duda, los espacios de entretenimiento, socialización y diversión son esenciales para fortalecer el trabajo en equipo y colaborativo, debido a que generan cercanía y reavivan las amistades. Aunque estas actividades no se desarrollan presencialmente, debemos sacar el máximo provecho de las mismas.
Ahora bien, una tendencia que se avecina y que se está consolidando de manera progresiva y paulatina es el estilo híbrido, que incluye la combinación de métodos de trabajo remotos y en la oficina. El regreso de los colaboradores a los espacios convencionales no será obligatorio, pero sí se les debe brindar a los empleados una flexibilidad que les permita a las personas trabajar en donde se sientan más cómodas y productivas.
Mientras nos mantenemos en la virtualidad, es esencial motivar a activar la cámara durante las reuniones porque es necesario poner un rostro a la persona con quien se habla, generar interacción, reacciones y lenguaje no verbal. Es tiempo de personalizar y humanizar el trabajo. Si hay temas delicados que requieren mayor atención, sin duda una llamada rápida será más efectiva para resolverlos.
En lo que respecta al talento, 2020 estuvo marcado por la adaptación al cambio. La mayoría de las personas dio lo mejor de sí para conservar sus posiciones, extiendo las jornadas laborales, por lo que se incrementó la carga laboral. En resumen, todos nos vimos obligados a adaptarnos.
Ahora bien, no todo fue malo. El panorama fue alentador para muchas personas porque se redujo el tiempo de traslados y la comida fresca en casa y la comodidad del hogar se posicionaron como verdaderos beneficios.
Dentro de los retos que deben plantearse los colaboradores para los próximos meses se encuentran:
- Establecer una rutina de trabajo
A veces será difícil por el número de solicitudes y exigencia; pero esta es la nueva realidad. Las personas deben cumplir con su horario laboral y, al mismo tiempo, tomar el espacio y el tiempo para almorzar en familia, ejercitarse, leer un libro o hacer esas otras actividades que sean de su interés.
- Motivar los nuevos horarios laborales
Hay quienes, por su logística personal, deben esforzarse el doble para cumplir con compromisos personales y laborales, como por ejemplo los padres de familia. A muchas organizaciones también les vendría bien adaptarse a las necesidades de sus trabajadores. Es tiempo de escucharlos.
- Respetar los espacios.
Es fácil llamar en hora de almuerzo o fuera de horario laboral, y solicitar cosas que, tal vez, puedan esperar. No hagamos a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros mismos. Debemos respetar el tiempo libre. Eso es también salario emocional.
- Innovar en la rutina
Si bien es cierto que en este momento hay que evitar lugares concurridos, es clave despejar la mente acudiendo a parques, restaurantes, gimnasios o dar la vuelta a la manzana, siempre manteniendo las medidas de bioseguridad y el distanciamiento social.
- Mantener horarios saludables de exposición a las pantallas
Una vez finalice la jornada laboral, lo más recomendable es evitar exponer los ojos a tablets, celulares u otro tipo de aparatos electrónicos. Es imortante favorecer la salud visual. Tenga presente que el exceso de exposición podría desencadenar fatiga y dolores de cabeza.
- Hacer “pequeños cambios sin alterar la rutina”
Reubicar el escritorio en casa o proponer una nueva programación de reuniones de seguimiento le permitirá sentir que no se encuentra atrapado en una burbuja sin cambio e innovación.
- Implementar nuevas metodologías de colaboración
Si en su organización el equipo de trabajo trabaja completamente en modo virtual, ¿por qué no dar el siguiente paso y automatizar la gestión de proyectos mediante un sistema propio o un software especializado? Este tipo de innovación es un proceso de aprendizaje que podría renovar la etapa de trabajo en ambientes híbridos.