Grupos ultraconservadores, piratas informáticos y fuerzas de choque apuntan a la web y dan lugar a un nuevo escenario de confrontación: las ciberguerras.
Al leer los libros de historia, se logra ver la evolución de las guerras en su esquema general. Las mismas han ido mutando al compás de la tecnología, dotando a los ejércitos con el mayor avance tecnológico en cada una de las épocas en donde se observan confrontaciones. Las guerras siempre incrementaron el techo tecnológico, directa o indirectamente hablando con el afán de estar en una mejor posición que los enemigos. Si bien este paradigma no ha cambiado, si está mutando el terreno en donde se desarrollan las mismas. Todo parece indicar que las llamadas ciberguerras son el nuevo escenario en donde se despliegan las batallas utilizando el componente virtual y tomando por sorpresa al enemigo en el ciberespacio.
El Islam contra Estados Unidos
El tema de las ciberguerras no es nuevo. En rigor data de 1999 cuando en la guerra de Kosovo expertos informáticos a las órdenes del Capitán Dragan midieron fuerzas en terreno virtual penetrando la seguridad de los servidores de la OTAN y la Casa Blanca de EEUU. Con más de 15 años sobre sus hombros, las ciberguerras siempre son noticia; los encargados de que vuelvan a la mesa de edición de los periódicos de todo el mundo fue un grupo conocido como Defensores del Estado Islámico quien difundió un video el pasado mes de mayo titulado “Message to America”. En el video se ve la imagen de un hombre encapuchado que lee un mensaje en árabe advirtiendo que la guerra del Islam contra Estados Unidos no solo se libra en escenarios reales, sino también en los virtuales. Lejos de quedar solo en una advertencia, los Defensores del Estado Islámico aseguran que ya transgredieron varias esferas de seguridad de EE.UU. y Europa lo que les permitiría realizar un seguimiento completo de las tropas Americanas.
Las ciberguerras en la historia
Las guerras cibernéticas no son simples guerras entre nerds. Son cosa seria, muy seria. El año pasado, el gobierno británico calculó perdidas que rondaron los 27 mil millones de dólares producto de daños sufridos por ciberataques. Yendo un poco más atrás encontramos casos como el de Taiwan y China quienes atacan y responden virtualmente hablando desde hace más de una década dejando servidores segregados por ambos bandos. Quizás el hecho más claro fue en 2005 cuando China ataco con un troyano que introdujo en varias agencias gubernamentales y compañías privadas generando un caos informático de dimensiones dantescas.
También en Holanda la ciberguerra dijo presente cuando muchas computadoras de aquel país cayeron presas de un ataque de denegación de servicio no pudiendo realizar la declaración de la renta mediante el sistema online.
Del otro lado del monitor
La principal características de los grupos de ataque informáticos, es el pseudo anonimato que provee el ataque virtual. Si bien se pueden hacer rastreos de IP, llegar a buen puerto y evidenciar quien es el atacante puede llevar bastante tiempo.
Muchas veces estas batallas no tienen a naciones involucradas, sino a grupos de personas que persiguen un fin específico. Uno de esos grupos es Anonymus, que parece dispuesta a derribar puertas virtuales de organizaciones o países persiguiendo causas que ellos consideren justas. Algunas de las entidades afectadas en los últimos tiempos fueron Google, Symantec, Lockheed Martin, Yahoo, Mitsubishi y las local Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (CAPIF) en una clara protesta contra las leyes SOPA, PIPA que pretendían limitar la libertad de expresión.
Otro ataque que aún resuena fuerte en la web y en la memoria del público fue el realizado a la compañía Sony Pictures, ataque acreditado a Corea del Norte según Estados Unidos. Barack Obama aseguró que el país comunista había cometido un error en cuanto al hackeo sumándolo a la lista de paises que promueve el terrorismo. La respuesta no se hizo esperar y llego de la mano de Pionyang quien redoblo la apuesta amenazando de guerra al país del norte.