El 31 de octubre se celebra el ‘Día mundial del ahorro’, que tiene como objetivo concienciar a la población sobre la importancia de crear hábitos saludables en torno al dinero y tener una cultura del ahorro.
Sin embargo, aunque el ahorro es fundamental para enfrentarse a situaciones adversas o construir un futuro financiero robusto, en Colombia, no suele ser una práctica muy recurrente y suelen cometerse errores comunes que evitan construir un adecuado hábito de ahorro.
De acuerdo con datos recientes recopilados por Asobancaria, solo el 42 por ciento de los adultos colombianos ahorra o invierte, lo que significa que de cada diez personas, solo cuatro destinan parte de sus ingresos para este propósito.
Algunos gerentes y líderes de tyba, plataforma de inversiones que opera en Colombia, Perú y Chile, señalan que hay una mentalidad que deben adquirir los colombianos para tener éxito al momento de construir un patrimonio, el cual consiste en no ahorrar lo que ‘sobre’ después de todos los gastos fijos y variables, sino destinar desde el principio, antes de los gastos, un porcentaje al ahorro o inversión (según las posibilidades de cada uno).
A esta dinámica se le conoce como ‘Págate a ti primero’.
Teniendo en cuenta que construir el hábito no es algo que se haga de la noche a la mañana, los expertos de esta plataforma de inversión analizan cinco errores frecuentes al momento de ahorrar, para poder evitarlos:
- No priorizar el ahorro en el presupuesto mensual. Este es el primero y uno de los errores más comunes: no dar prioridad al ahorro al elaborar un presupuesto personal mensual.
Muchos colombianos simplemente esperan a ver cuánto dinero les queda al final del mes para ahorrar, lo que se traduce muchas veces en ‘no me queda nada para ahorrar/no me alcanza’. La recomendación de los expertos financieros es establecer un monto fijo o porcentaje, según las posibilidades de cada uno, para ahorro, tratándolo como un “gasto obligatorio”. Esto permitirá separar esa proporción de dinero una vez recibido el ingreso, y no gastarlo.
Para ello, existen diferentes fórmulas, por ejemplo, el método Harv Eker, el autor de ‘Los secretos de la mente millonaria’, que propone distribuir los ingresos en seis categorías diferente de la siguiente manera: 50 por ciento gastos fijos, 10 por ciento ahorro, 10 por ciento inversión, 10 por ciento ocio, 10 por ciento educación/formación y 10 por ciento donación.
- Mezclar el dinero de gasto con el de ahorro. Otro error común es mezclar en la misma cuenta el dinero destinado al gasto cotidiano con el de ahorro. La conveniencia de tener todo en un solo lugar puede ser tentadora, pero esta práctica puede ser contraproducente, puesto que muchas veces se complementa el gasto de las obligaciones o del ocio con el dinero que está destinado a guardarse.
La solución es separar el dinero de gastos fijos y variables del de ahorro e inversión, para asegurarse de no tocar ese capital, si no lo ves se reduce la tentación de gastarlo.
- Dejar el ahorro quieto. Lo primero que hay que tener en cuenta es que el dinero quieto pierde su valor real en el tiempo debido a la inflación. La inflación refleja la variación de los precios básicos de una economía en un periodo específico, por eso, con una inflación alta, el poder adquisitivo de los colombianos se reduce.
A raíz de lo anterior, es fundamental invertir, pero además, buscar rentabilidades por encima de la inflación por una razón básica. En términos reales, por cada 100 pesos que tenga, si descuenta el porcentaje de inflación anual (actualmente está en torno al 10 por ciento), su dinero ya está perdiendo ese valor. Las inversiones deberían cubrir, por lo menos, esa ‘pérdida’ de valor.
En la plataforma tyba hay una gran variedad de alternativas de inversión como CDT, Fondos de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones Voluntarias para acceder a ellos de manera sencilla y al alcance de todos. Además, si la inversión es mayor a 50 millones de pesos, el interesado tendrá el acompañamiento de un asesor certificado que lo guiará para tomar las decisiones más acordes a sus necesidades.
- No establecer metas de ahorro claras. El ahorro sin un propósito definido puede ser menos efectivo. No establecer metas de ahorro claras a menudo resulta en la falta de motivación para ahorrar y en la tentación de gastar el dinero en compras impulsivas, por lo que hay que tener metas claras de corto, mediano y largo plazo, como comprar casa propia, cambiar de carro, comprar una bici o financiar la educación de los hijos; claramente potenciando dichos ahorros con inversión. Esto permite que se genere una motivación clara para ahorrar de manera constante.
- Gastar una parte del ahorro pensando en completarlo después. Algo muy popular entre los colombianos es utilizar el dinero ahorrado en gastos imprevistos, para complementar una compra o para prestarle a un amigo, asegurando que después se completará.
Para que estas situaciones no sucedan sin planeación, es importante destinar una proporción del ahorro a este tipo de casos con anticipación en el presupuesto personal mensual, por ejemplo, teniendo un fondo de emergencias.