En la actualidad, el consumo digital en los niños se asume con naturalidad, aunque puede llegar a preocupar a los adultos teniendo en cuenta que los dispositivos móviles se han convertido en un elemento imprescindible para su desarrollo académico y personal.
Según una encuesta realizada por la plataforma Jelpit (marca de Servicios Bolívar), efectuada entre 300 padres con hijos de entre 5 y 12 años, hoy los menores disfrutan más jugar en tablets y smartphones, y ver televisión o canales de YouTube, que realizar alguna actividad física, lúdica, estudiar o ayudar en casa.
Al momento de consultar a los padres sobre si pagarían por actividades que mejoren el aprendizaje de sus hijos, las respuestas fueron las siguientes: el 55,8 por ciento afirmó que lo haría, mientras que el 42,8 por ciento quisiera hacerlo, pero no puede por temas económicos o por no contar con el presupuesto correspondiente.
Así mismo, cuando se interroga a los padres acerca de sus preferencias al momento de elegir una práctica cultural o deportiva para sus infantes, el 58 por ciento respondió que preferirían que realizaran actividades lúdicas asociada con el arte, la música, el baile o un deporte. Además, el 16 por ciento manifestó que les gustaría que desarrollaran una destreza digital, el 14,5 por ciento que complementaran clases del colegio y el 7,7 por ciento que pasaran tiempo en familia.
Con respecto a las inquietudes de los padres cuando sus hijos disponen de tiempo libre, es evidente su preocupación por el estilo de vida sedentario (27,2 por ciento), la dedicación a ver videos de YouTube y redes sociales (25,7 por ciento), la navegación en Internet (18,5 por ciento) o jugar en computadores y consolas de videojuegos (17,5 por ciento). Cabe aclarar que, dicha preocupación se asemeja con una realidad palpable: actualmente, los niños pasan más de 120 minutos diarios frente a un dispositivo móvil.
La encuesta arroja otro dato revelador: el 66,5 por ciento de los padres ha tomado algún curso virtual para sus hijos, lo que demuestra interés para que empleen su tiempo libre en actividades que le aporten al desarrollo de sus destrezas. Además, el 91 por ciento reconoció que es posible que los niños aprendan algo mientras juegan.