En un mercado cada vez más competitivo, en el que se tiene la oportunidad de vivir un importante proceso de transformación digital lleno de desafíos, entregar aplicaciones rápidas ya no es suficiente. La prioridad ahora para las compañías del mundo, además de la agilidad y del desarrollo de aplicaciones, está en garantizar que los usuarios vivan experiencias memorables con estas herramientas tecnológicas.
Es por eso por lo que, en la actualidad, se ha promueve una tendencia relacionada con el término client centric, que busca que la atención al cliente sea el centro de la estrategia de las organizaciones. Esto se ha convertido en un factor relevante y de creciente inversión para las empresas relacionadas con canales y aplicaciones enfocadas en la experiencia de clientes.
El desarrollo de estas jornadas debe estar basado en una arquitectura sistémica que genere experiencias diferentes pero satisfactorias, buscando la sencillez y la facilidad de uso de un determinado software, más un buen rendimiento. Esto se aplica tanto a la web como a las aplicaciones móviles.
Según Roberto Alves Fonseca, IT director – head of quality and test de NTT DATA, “es importante tener en cuenta que la calidad es responsabilidad de todas las personas involucradas en un proceso de desarrollo de software, desde el momento de su concepción y su desarrollo hasta cuando llega al usuario final. Además, debemos tener muy claro que no es solo un proceso técnico, sino principalmente cultural”.
Entendiendo este concepto, las grandes empresas han dado espacio a lo que se denomina “multiverso de la calidad”, que define el trabajo de la calidad en diferentes dimensiones o capas.
La calidad debe formar parte de todo el proceso de desarrollo y estará involucrada transversalmente en otros temas tan diversos como UX, modernización, desarrollos (tradicional y low code), monitoreo y observabilidad, entre muchos otros.
La revolución de la calidad se basa tanto en lo anterior como en optimizar y conectar todo el proceso de desarrollo y operaciones de manera consciente para afianzar conexiones entre cliente y empresa, con el fin de generar competitividad diferencial y asegurar la calidad desde el corazón de una aplicación, garantizado que los usuarios finales tengan una experiencia memorable, con reducción de gastos innecesarios durante toda la jornada.