Nissan se convirtió, en 2018, en el primer fabricante japonés en participar en la competencia de la Fórmula E en el año 2018 y, con más de 500.000 unidades comercializadas de Nissan LEAF desde su debut en 2010, la marca ha aprendido de su experiencia con los vehículos eléctricos para desarrollar el sistema de propulsión de su vehículo de carreras de esta categoría.
Los desarrollos tecnológicos y evoluciones en seguridad de los vehículos eléctricos de la Fórmula E se utilizan en los eléctricos de calle de Nissan, cuyas características son muy parecidas a los autos de competencia.
Nissan dispone de la tecnología e-Pedal en el Nissan LEAF, que le permite al conductor arrancar, acelerar, desacelerar y frenar completamente, utilizando únicamente el pedal del acelerador. Al levantar el pie, se activa el sistema de frenado regenerativo y el vehículo disminuye la velocidad. En los recorridos urbanos, e-Pedal reduce la necesidad de cambiar el pie derecho constantemente de un pedal al otro lo que hace que la conducción sea más cómoda.
El e-Pedal del Nissan LEAF puede conectarse y desconectarse mediante un botón y cubrir el 90 por ciento de las necesidades de frenado durante la conducción, sin necesidad de utilizar el sistema de frenos hidráulicos.
Durante los descensos, la electrónica de potencia permite una desaceleración suave y al detener por completo el auto el sistema de frenos hidráulicos se activa automáticamente.
Por seguridad, las luces de freno se encienden cuando se desacelera. Además, los frenos hidráulicos se aplican de forma simultánea en superficies de baja tracción, utilizando las cuatro ruedas para reducir la velocidad del vehículo.
El e-Pedal del Nissan LEAF ahorra energía sin usar el pedal del freno. Esta tecnología simplifica la vida del conductor a la par que mejora la eficiencia del vehículo (aumenta su autonomía). En definitiva, se trata de un sistema que permite conducir utilizando un único pedal en la mayoría de las situaciones.
Así pues, al igual que los pilotos de Fórmula E, que mientras compiten deben tener en cuenta la gestión de la energía y tratar de ahorrar y recuperar tanta electricidad como sea posible levantando el pie del acelerador, el conductor de un Nissan LEAF hace esa misma función en su conducción cotidiana.
Simplificando, el motor de un vehículo es el responsable de que todo se mueva. Y para ello, consume energía. De ahí que invertir esta función para que el motor genere energía en vez de consumirla, resulta revolucionario. El freno regenerativo encontró poderosos aliados en los vehículos propiamente eléctricos, como tranvías y trenes. El icónico Metro de Londres emplea este sistema ya modernizado en algunas de sus líneas desde 2010, ahorrando hasta un 20% de energía eléctrica consumida.