La tecnología ha abierto nuevas oportunidades y beneficios para personas de todas las edades. Según los últimos datos del “III Barómetro del consumidor sénior“, realizado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, el 70 por ciento de la población mayor de 55 años está en Internet, lo que es clave para que se mantengan conectados, accedan a información, realicen transacciones y participen en actividades sociales, entre otros asuntos.
El informe indica que el 99 por ciento de estos sénior digitales está conectado al móvil y es consumidor habitual de aplicaciones populares como WhatsApp, utilizada por el 64 por ciento de los mayores de 55 años, Facebook (62 por ciento), Gmail (57 por ciento) e Instagram (38 por ciento).
Estas cifras ponen de manifiesto la participación y el interés de este colectivo por las principales redes sociales y aplicaciones de mensajería y reflejan, además, el uso de otras herramientas como YouTube, usada por el 69 por ciento de los sénior, y Google Maps (52 por ciento).
También, muestran que lejos quedan los prejuicios que asocian a los adultos mayores con personas analógicas, especialmente, teniendo en cuenta que el número de sénior activos en Internet ha aumentado en un millón de personas en solo un año.
“En perspectiva, desde 2017 el número de sénior digitales se ha duplicado, y actualmente alcanza los once millones de usuarios mayores de 55 años, que no sólo utilizan la tecnología para informarse, sino también para formarse, realizar compras y planificar viajes”, explica Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics.
A pesar de estas cifras positivas, todavía existe un intervalo de desconexión más frecuente según va avanzando la edad, lo que puede atribuirse a una menor familiaridad con estas herramientas y a la velocidad de los avances tecnológicos, lo que sin duda representa un desafío.