Así quedó claro luego de una mesa redonda entre el Sena, la Universidad Javeriana e IBM Colombia, en donde se identificó que cerrar brechas en el desarrollo de habilidades TI y entender la educación y la demanda de profesionales del futuro, marcará una diferencia para el mercado.
Al respecto, la Universidad Javeriana fue la primera en llamar a ser activos, a ser líderes, a ser fuertes en el aporte y desarrollo de personas humanistas pero también listas para estos escenarios. Al respecto, Diego Alejandro Patiño, director del Programa de Ingeniería Electrónica, destacó que “existen guías del Ministerio de Educación para cerrar brechas entre sector industrial y academia (…) pero hay que conjugar todo para generar impacto real en la educación”.
A su turno, el Sena aseguró que la tecnología juega un papel fundamental en la reactivación económica del país, que necesita la transformación digital que atraviesa, como factor decisivo para la competitividad. “Para que sea inclusiva necesitamos que haya una rápida adaptación de las habilidades de estudiantes y profesionales a las nuevas necesidades del mercado”, explicó José Fernando Franco, coordinador de formación Sena Regional Distrito Capital.
Pero ¿cómo se une el sector privado y empuja el sector tecnológico este esfuerzo? Patricio Espinosa, gerente general de IBM Colombia, Venezuela y Región Caribe destacó como están “poniendo a disposición plataformas como IBM SkillsBuild y programas como P-TECH o Skills Academy, que buscan acelerar la educación en nuevas tecnologías como Inteligencia Artificial, Nube, ciberseguridad y blockchain, entre otras”, dijo Patricio Espinosa, gerente general de IBM Colombia, Venezuela y Región Caribe, firma que hace poco se comprometió a la formación de 30 millones de personas en habilidades TI para 2030.
El tema llevó al debate en aspectos de género, en capacidad de inclusión y otros aspectos, en donde se evidenció que hay esfuerzos pero todavía mucho camino por recorrer, pero parece indudable que la tecnología puede ser el gran aliado no solo en términos de soportar la conexión y la transformación de la educación con herramientas y grandes capacidades de conexión, sino también a través del desarrollo de habilidades de vanguardia, del uso de la innovación para la disrupción y la transformación.
Aunque la discusión no es nueva, es fundamental. Y ha despertado cada vez más interés no solo en la agenda de líderes de opinión, sino en la acción de otras tecnológicas y firmas que desde diferentes sectores se están sumando a las oportunidades y posibilidades de la educación.
Ahí se oculta, quizás, la más grande oportunidad de América Latina por acelerar su capacidad competitiva y de innovación para el futuro. Mucho conocimiento y esfuerzos serán los que nos permitan valorarlo y entenderlo hacia el futuro.