La vitamina D, también conocida como vitamina del Sol, ha adquirido una gran importancia durante la coyuntura provocada por la covid-19 debido a que es clave para fortalecer el sistema inmunológico y apropiada para reducir el riesgo de infecciones respiratorias virales.
Las cremas protectoras, los aislamientos preventivos y las condiciones climáticas que dificultan la exposición a los rayos solares han dificultado la obtención de este nutriente, que también ha sido reconocido por sus aportes en el tratamiento de enfermedades importantes como la osteoporosis, el raquitismo y la osteomalacia.
De hecho, se estima que más de mil millones de personas en el mundo sufren de deficiencia o insuficiencia de vitamina D, lo que hace que el riesgo de patologías cardiovasculares, metabólicas, gineco-obstétricas, oncológicas e infeccionas, entre otras, se dispare.
De acuerdo con el doctor Jorge Castillo, “la principal fuente de esta vitamina es el Sol. También se puede obtener de algunos alimentos como pescados, champiñones, derivados lácteos o productos fortificados. Sin embargo, la recomendación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) es consumir suplementos de vitamina D”.
En Colombia ya es posible encontrar innovaciones que permiten ingerir concentraciones de 100.000 UI de alta adherencia de este nutriente, suficiente para garantizar, durante al menos tres meses, una inmunidad más fuerte.
Dado que sobreexponerse al Sol puede generar riesgos para la salud, como el cáncer en la piel, y teniendo en cuenta que la ingesta de ciertos alimentos no puede asegurar los niveles ideales de vitamina D, es importante consultar con expertos.