Es claro que la coyuntura sanitaria trajo cambios en todos los sectores de la economía, no a nivel regional, sino mundial. Entre esos cambios, el sector de consumo y ventas minoristas (Consumo & Retail), tuvo que adaptarse para subsistir y seguir teniendo márgenes sostenibles de venta. Sobre este tema Fernando Gamboa, socio líder de consumo & retail de KPMG América del Sur, y Mauricio Godinho, líder del segmento de alimentos y bebidas de KPMG Brasil, expusieron los puntos clave de este cambio tan drástico, pero, sobre todo, beneficioso para el sector.
Inicialmente, los líderes exponen una proyección de un gasto en el consumo de 229,800 millones en 2022, lo que pone a Colombia como el cuarto mercado de consumo más grande de Latam después de Brasil, México y Argentina, uno de los puntos importantes es la inflación, pues el Banco Central colombiano proyecta un 9,7 por ciento de inflación para finales del año.
Según Gamboa, “esto es positivo porque los productos importados son más caros y este consumo se reduce, cambiando por similares nacionales o mismo de las llamadas ‘marcas proprias’, por lo que nos ayuda a desarrollar el mercado nacional. Eso es importante para fortalecer las industrias de nuestra región”.
Además, Godinho tocó un tema importante, y es el concepto de una desglobalización momentánea en el sector de consumo & retail. “En la industria de alimentos y bebidas, el consumidor está abrumado porque, por un lado, las cadenas de suministros están presionadas, los insumos están más caros, por lo que el procesamiento nacional será más grande ya que estas cadenas están buscando proveedores locales. Hay un movimiento de desglobalización en los procesos de cadenas de suministros, mezclado con los factores ESG y la confianza de los consumidores” dice el experto.
Y es que los factores ESG (Environmental, Social and Governance, por sus siglas en inglés), están siendo adoptados por muchas empresas a nivel mundial, ya que los consumidores están demandando que existan procesos más sostenibles, más amigables y mejor dirigidos, haciendo énfasis en nuevos formatos que muestran el verdadero objetivo de los consumidores en estos momentos de estrés financiero: menor precio con calidad.
Dentro de los puntos analizados se evidenció que el 88 por ciento de los líderes empresariales latinoamericanos tiene confianza con relación a los próximos tres años de la economía de los países en los que se encuentran, mientras que el 84 por ciento en consumo y comercio minorista tiene la misma percepción, lo que conlleva a inferir que existe, aun con los cambios y las coyunturas políticas e internacionales, una confianza en el crecimiento económico de la región.
Un punto relevante para destacar es que, según los expertos, las ventas minoristas tendrán una baja a los niveles de precio del 2019, aun cuando las ventas proyectan un crecimiento exponencial en el futuro.
“Vamos a ver un volumen de ventas más grande, pero con precios más bajos. El ambiente inflacionario está buscando precios con descuentos, el e-commerce baja la rentabilidad y el revenue, porque hay más ventas a menor precio”, explica Gamboa.
Godinho comenta que “debe haber un modelo de multi categorías. No se pueden vender solo productos premium porque es difícil tener este tipo de productos con descuentos. Otro tema es qué tipo de otros servicios se van a ofrecer, se tiene que buscar el cómo rentabilizar el metro cuadrado de sus operaciones para que esto se refleje con productos y servicios con el menor impacto posible.”
Sin embargo, no todo es prometedor. Existen varios retos que el sector de consumo y las ventas minoristas deben afrontar.
Según los expertos de KPMG, los riesgos de reputación y los relacionados con Hacienda son más importantes entre los core countries que en América del Sur: en el grupo global, el 10 por ciento señaló que estas cuestiones con un riesgo considerable, mientras que en América del Sur la cifra es de solo el 7 y el 8 por ciento, respectivamente.
A su vez, en consumo y comercio minorista, el riesgo de reputación no es algo tan amenazador. Así lo indica el 3 por ciento de los encuestados. A su vez, Hacienda es tan preocupante para el sector como para los core countries, con el 10 por ciento.