El comercio electrónico en Colombia cerró 2022 con una muestra significativa de crecimiento. La Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), presenta los datos más relevantes sobre el comportamiento de este sector económico.
El contexto económico global presentó una desaceleración causada por la incertidumbre, la inflación y el conflicto en Ucrania, disminuyendo no solo el nivel adquisitivo de las personas, sino también desacelerando el crecimiento de las importaciones y exportaciones, llegando solo a un incremento de 4,7 y 3,9 por ciento, respectivamente.
En el contexto nacional, el gasto en consumo final de los hogares colombianos cerró 2022 en un crecimiento estimado por el Banco de la República del 8 por ciento y se espera que para 2023 sea solo del 0,2 y del 1 por ciento para 2024.
“A pesar del panorama poco alentador y de una tendencia moderada de crecimiento económico, el comercio electrónico logró cerrar 2022 con un incremento anual del 38,4 por ciento, alcanzando los 55,2 billones de pesos en ventas en línea y 332,4 millones de transacciones digitales, lo que representó un crecimiento del 22,1 por ciento comparado con 2021. Esta variación entre el crecimiento del valor y las transacciones, se explica, en parte por el aumento sostenido de los precios de bienes y servicios, sumado al deterioro en los términos de intercambio que afecta los precios de las importaciones”, explica María Fernanda Quiñones, presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.
Las categorías con mayor participación durante el año en el e-commerce fueron otros servicios (que incluye subcategorías como actividades administrativas, arquitectura, construcción e ingeniería, entre otras) con una participación promedio del 19,1 por ciento, seguida de servicios financieros (17,9 por ciento), otras de retail (11,1 por ciento) y tecnología (10,8 por ciento).
Por otro lado, las categorías con la menor participación en el comercio electrónico fueron finca raíz con una participación cercana a cero, seguida de B2B (0,8 por ciento), libros y papelería (0,7 por ciento) y vehículos y educación (0,8 por ciento).
En cuanto a los medios de pago más usados por los colombianos, la preferencia fue cambiando durante el año. Inicialmente, con un 54,8 por ciento, las tarjetas de crédito y débito ocupaban el primer puesto en la realización de compras en línea. Sin embargo, en el transcurso del año, su uso se redujo hasta alcanzar un 42,8 por ciento, mientras que el débito a cuenta bancaria, o PSE, pasó a ser el medio de pago líder en Colombia, con un 55 por ciento. Este cambio se debió, principalmente, por el alza en las tasas de interés que desincentivó el uso del crédito.
“El comercio electrónico sigue posicionándose como un gran dinamizador de la economía, presentando ventas de cerca de 5,7 billones de dólares a escala global, según Statista. 2022 motivó el desarrollo y el fortalecimiento del ecosistema digital en Colombia. Esperamos seguir colaborando como gremio para que el e-commerce sea una puerta de oportunidades para todos los colombianos; un canal en el que puedan confiar, construir negocios y llevar sus propuestas a nuevos mercados”, concluye María Fernanda Quiñones.