Según el portal de estadísticas Statista, si bien la adopción del e-commerce en América Latina todavía no alcanza los mismos niveles que en otras regiones del mundo, este es el hogar de aproximadamente 300 millones de compradores digitales, una cifra que se prevé que crezca más del 20 por ciento de cara a 2025, al igual que las ventas minoristas en línea alcancen aproximadamente los 160.000 millones de dólares para el mismo año.
Sin embargo, así como se espera un gran nivel de crecimiento en el sector, los ciberdelitos, fraudes y estafas digitales en el comercio electrónico aumentan y amenazan el avance para pequeñas y medianas empresas.
En Colombia, según el número de denuncias instauradas ante el ecosistema de la Fiscalía General de la Nación, las policías judiciales del CTI y la Policía Nacional (DIJIN-SIJIN) a través del aplicativo a denunciar, durante 2021 se registraron 46.527 denuncias por distintos delitos relacionados con el cibercrimen, lo que equivale a un incremento del 21 por ciento con respecto a 2020, siendo la violación de datos personales, con 13.458 casos, el delito con mayor crecimiento en el país.
En este sentido, contar con métodos y estrategias de seguridad que resguarden la privacidad es indispensable tanto para los negocios como para el consumidor final, de manera que la confiabilidad entre ambas partes no se vea afectada.
“Fomentar mayor conocimiento y métodos de protección al comprar en línea es indispensable para resguardar la privacidad y evitar caer en estafas que puedan afectar la integridad individual de los usuarios y la rentabilidad y reputación de las organizaciones” explicó José Castro, gerente general de Noventiq Colombia.
Sin embargo, así como innova la tecnología también lo hacen los ciberdelincuentes y las estafas pueden resultar difíciles de detectar.
A continuación se comparten las más comunes y cómo evitarlas:
- Links o archivos adjuntos. Una de las estrategias más comunes sin duda es la introducción de malware a través de links o archivos adjuntos incluidos en correos electrónicos con ofertas. Lo principal es no ingresar a estos links y verificar la autenticidad del remitente. En la descripción del correo se debe visualizar la dirección que, aunque generalmente está oculta, es la que revela
si en verdad está escribiendo la empresa o alguien que desea suplantar su identidad. Por último, se debe tener en cuenta que una dirección de correo no representa a una empresa.
- Tipografía incorrecta. Direcciones de correo electrónico y URL falsas muy similares a las de empresas auténticas, es otra de las estrategias pensadas por hackers. Las mismas, suelen llevar a los usuarios directamente a sitios web de pago o acceso para obtener datos bancarios y personales. Ante esto se deben realizar las compras en comercios adheridos al sitio oficial y desde el mismo, verificar que la dirección inicie con “https”, no solo con “http”, la “s” adicional significa “seguro” y comprobar que la barra tenga el icono de candado.
- Productos inexistentes. En muchas ocasiones los ciberdelincuentes aprovechan las redes sociales como tienda virtual e incluso plataforma de pago, que finalmente resultan en productos inexistentes y e-commerce fraudulentos. En este sentido se debe realizar una búsqueda en línea del producto, verificar el historial, antigüedad y referencias de la tienda como comentarios, reseñas, etiquetas y demás acciones. También es importante comparar precios en distintos sitios y evaluar si es mejor comprar a un precio más elevado antes que sufrir una posible estafa.
- Más información de la habitual. Algunos sitios web piden llenar formularios para suscribirse a sus promociones o catálogos. No se debe brindar más información de lo común que ponga en riesgo datos personales. Igualmente, al momento de recibir envíos solo se tiene que proporcionar dirección y datos de quien recibe, se debe evitar a toda costa facilitar información muy específica que después pueda ser utilizada con fines maliciosos.
- Solo un método de pago. Aquellos que exigen únicamente transferencia bancaria, y evitan facilitar más métodos de pago para garantizar ofertas, son comúnmente estafadores que, saben que, a diferencia de las tarjetas de crédito o distintos servicios de pago electrónico, existen pocos recursos para recuperar el dinero transferido. En todos los casos contar con un software de protección integral que logre evitar el acceso del navegador a sitios web sospechosos y también advierta de dichos sitios en los resultados de búsqueda es fundamental.
“Aunque el comercio electrónico ha sido un sector con gran crecimiento en Colombia, muchas personas aún desconfían de adquirir productos o servicios a través de canales digitales, por lo que el riesgo y la exposición al fraude alejan a nuevos y potenciales clientes del e-commerce. En este sentido, implementar estrategias que eviten el accionar de los delincuentes en las compras de los usuarios, garantiza un mayor uso de los canales digitales y fomenta la seguridad y confianza en un método de compra que tiene múltiples beneficios para ofrecer”, concluye el gerente general de Noventiq.