Los niños y jóvenes siguen de vacaciones y han dejado de lado los cuadernos y libros que los acompañaron durante varios meses el año pasado. Sin embargo, mantener el hábito de la lectura es fundamental en esta época del año y debe ser adquirido, definitivamente, por los estudiantes.
Pero ¿cómo lograr que mantengan esta práctica durante un periodo asociado a juegos, descanso y diversión?
Según explica Rosario Rivadeneyra, diseñadora de experiencias de aprendizaje en Beereaders, plataforma de origen chileno que ayuda a mejorar la capacidad lectora, “los adultos, ya sea desde el colegio o el hogar, tenemos la gran responsabilidad de crear experiencias positivas y, en lo posible, memorables de lectura en niños y adolescentes. Una manera de hacerlo, además de la selección adecuada del libro y las estrategias para promoverla, es tener clara nuestra posición como adultos mediadores de lectura”.
Por su parte, Kristina Cordero, directora de desarrollo e investigación de producto en Beereaders, licenciada en Lenguas Romances de la Universidad de Harvard y doctora en Ingeniería de la Universidad Católica de Chile, entrega algunos tips que se pueden poner en práctica en este momento del año:
- Incentivarlos a leer diariamente. Es un hábito importante y, sin dudar, la práctica hace al maestro. Aun cuando lean textos cortos, lograr que lo hagan de manera diaria es fundamental y mejora la comprensión.
- Buscar temas que les interesen. No tiene que ser una lectura obligada. La recomendación es presentarles temas que les interesen para evitar el aburrimiento y fomentar la lectura de un libro, revista, periódico, blog o del medio que se disponga.
- Lenguaje simple. Si el hábito de la lectura no está instaurado en los niños, es mejor orientarlos para comenzar leyendo textos no demasiado complejos y que no les complican o aburren. De ahí podrán avanzar a textos más densos o especializados.
- Considerar la velocidad de la lectura. Para mejorar la comprensión lectora, los niños se deben tomar un tiempo para leer cada línea. Al leer a un ritmo pausado, oración por oración, comprenderán mejor el texto que tienen en sus manos.
- Crear el ambiente adecuado. Es importante buscar un lugar tranquilo para que los niños puedan concentrarse. Toda su atención debe estar en la lectura, en lo posible en silencio, para poderse dedicar al texto.
- Tener un diccionario a mano. Contar con esta herramienta es importante, ya que les servirá cuando no conozcan el significado de algunas palabras, en especial de aquellas que les hagan interrumpir la lectura porque no saben lo que quieren decir en realidad.