De acuerdo con el “Reporte global del mercado de videojuegos”, elaborado por la empresa de consultoría Newzoo, América Latina cuenta con más de 315 millones de gamers, es decir, personas que han jugado videojuegos en PC, consola o dispositivos móviles en el primer semestre del 2022. Este crecimiento en la industria también se ve reflejado en los e-sports (competencias de juegos digitales en dispositivos electrónicos), que son cada vez más accesibles particularmente en colegios y universidades en todo el mundo.
Un estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology reveló que los programas de e-sports escolares tienen el potencial de provocar un desarrollo psicológico positivo y un cambio de comportamiento en materia de salud, si se aplican adecuadamente. Además, en las competencias de videojuegos no existen roles de género ya que las mujeres jóvenes son igualmente capaces que sus homólogos masculinos, promoviendo comunidades más incluyentes.
En instituciones académicas como Harrisburg University, ubicada en Pennsylvania, con su sede para América Latina en Panamá, se impulsa a que los educadores puedan utilizar los videojuegos para complementar el aprendizaje de los alumnos, y los e-sports como alternativa para promover otras habilidades entre los estudiantes.
“Al igual que en los deportes tradicionales, con los e-sports los estudiantes aprenden habilidades de cooperación y trabajo en equipo, estrategias y tácticas, lo que hace que el trabajo duro produzca mejores resultados. Los deportes electrónicos les proporcionan estos conocimientos a aquellos que normalmente no gravitan hacia los deportes”, destaca Charles Palmer, profesor de Medios Interactivos y director ejecutivo del Centro de Tecnologías Avanzadas de Entretenimiento y Aprendizaje (CARE, por sus siglas en inglés) de Harrisburg University.
Una de las áreas en las que se enfoca precisamente el CARE es la realización de pruebas de usuarios para estudios de juego de alto reconocimiento, desde los que se proporcionan análisis cuantitativos y cualitativos para ayudar a los equipos de desarrollo de videojuegos como Outcast 2 (THQ Nordic), The Valiant (THQ Nordic) y Project Warlock (Retrovibe) a entender mejor de qué manera interactúan los usuarios.
Varios estudios demuestran que los juegos de acción mejoran la atención visual y la sensibilidad al contraste en los adultos. Pero como todo en la vida, la moderación es importante.
“Al igual que el exceso de chocolate y dulces es malo para nuestra salud física, algunas formas de videojuegos tienen un impacto negativo en la función cerebral. Por eso, solemos decir a los padres de niños pequeños que se aseguren de que sus hijos jueguen a distintos tipos de juegos durante periodos cortos de tiempo.”, concluye el profesor Palmer.