Durante 2021, las empresas han tenido que adaptarse a los últimos coletazos de la COVID-19 y consolidar los grandes cambios que protagonizaron el 2020, como la aplicación del teletrabajo. Sin embargo, con 2022 a la vuelta de la esquina, ha llegado el momento de analizar si el fin de la pandemia y el efecto de las campañas de vacunación supondrán nuevos desafíos para las empresas de cara al próximo año.
Por ello, desde Nuvix Consulting, consultora especializada en digitalización y en la transformación de modelos de negocio, se ha analizado el contexto empresarial actual en España y las previsiones de corto y medio plazo para hallar los siete retos más importantes a nivel económico y empresarial que las compañías tendrán que enfrentar en 2022:
Cuidado de la salud mental de los empleados. Los dos últimos años de pandemia han sido especialmente duros para muchas personas, lo que ha servido para poner a la salud mental en el punto de mira, especialmente en el puesto de trabajo.
Las cifras no son positivas. Aproximadamente la mitad de los problemas de salud mental de los españoles tiene una relación directa con su trabajo. Según Infojobs, uno de cada tres empleados ha sufrido algún síntoma desde el inicio de la pandemia y ha tenido que tratarlo profesionalmente.
Fomento de la desconexión digital. Gracias a las nuevas tecnologías, muchas empresas han conseguido implantar el teletrabajo con resultados positivos y realizar procesos muchos más ágiles. Aunque en muchos otros casos, la digitalización también ha generado situaciones en las que los empleados se mantienen permanentemente conectados a sus dispositivos corporativos, incluso después de la jornada laboral.
Tal es así que esta hiperconectividad puede hacer perder hasta un mes al año a cada trabajador, según un estudio de Aiwin, lo que no solo repercute en una pérdida de tiempo útil sino también en síntomas como insomnio, irritabilidad, mal humor, falta de energía o agotamiento mental.
Adaptación de las oficinas al nuevo escenario empresarial. Pese a la buena implantación que ha tenido el teletrabajo en España, lo cierto es que la gran mayoría de empresas desea retomar un modelo de trabajo presencial. Concretamente, un 93% de las pymes españolas desea volver a las oficinas de manera escalonada, según un informe de FIVERR. Pero también es cierto que la pandemia de coronavirus no ha acabado, por lo que las empresas que quieran retomar una situación de presencialidad plena, tendrán que seguir una serie de pautas de seguridad e higiene para disminuir al mínimo el riesgo de contagio entre empleados.
Mayor respeto por la sostenibilidad y el medio ambiente. Durante estos dos últimos años, los consumidores han cambiado enormemente sus costumbres y hábitos, destacando sobre todo una mayor preocupación y concienciación sobre el impacto de sus compras en el medio ambiente y la sostenibilidad. De hecho, cuatro de cada diez consumidores españoles afirman sentirse más ecofriendly que antes de la pandemia, según el informe Global Consumer Insights Pulse Survey 2021 de PWC.
NFTs. Si la tecnología blockchain supuso una gran revolución hace unos años gracias a las criptomonedas, durante el 2021 se ha revelado el otro lado de la moneda en forma de NFTs (Non Fungible Tokens). Al contrario de las criptodivisas, los tokens no fungibles son de valor único y no intercambiable, por lo que este tipo de activos han encontrado un hueco muy importante dentro del mundo del arte digital. Las empresas que quieran apostar por los NFTs también deben tener en cuenta que esta tecnología se ha visto envuelta en polémicas recientes por su valor especulativo y por su impacto medioambiental.
Crisis global de suministros. Otra de las principales consecuencias tras la desescalada mundial de las restricciones sanitarias fue una reactivación del consumo a nivel global. Este aumento de la demanda no estaba a la par de la oferta disponible de las empresas y, junto con el encarecimiento de las materias primas, se ha acabado convirtiendo en una escasez global de suministros que ha retrasado en gran medida el envío de millones de productos.
La situación ha afectado, especialmente, al sector de la tecnología y electrónica de consumo, con una escasez de chips y semiconductores. De hecho, Intel vaticina que la situación no se normalizará hasta 2023, por lo que las empresas productoras y comercializadoras de tecnología tendrán que prestar especial atención al estado de sus stocks y envíos para satisfacer la demanda en la medida de lo posible.
Fiebre del e-commerce. Por último, otra de las principales consecuencias de estos dos años atípicos ha sido el repunte global de las compras en las tiendas web ante el cierre de los establecimientos físicos, un crecimiento que, incluso, se ha mantenido al alza tras la desescalada y que se espera que recolecte grandes cifras a corto y medio plazo.
Las compañías que aún no vendan sus productos y servicios en Internet tendrán que elaborar un plan para introducirse en este canal teniendo en cuenta especialmente factores como la logística y la política de gastos de envío.
“Todos los retos mencionados son asumibles en mayor o menor medida para cada tipo de empresa, aunque también es cierto que la tecnología puede ayudar mucho en este sentido gracias a herramientas de análisis de datos, que les permitirán a las organizaciones hacerse una idea más clara del entorno en el que se encuentran y los pasos que deben dar para cumplir sus objetivos”, destaca Antonio Salido, CEO de Nuvix Consulting.