El hidrógeno verde tiene el potencial para consolidarse como uno de los vectores energéticos del futuro: es una tecnología limpia, con posibilidad de almacenamiento y transporte, que puede producirse a partir de recursos renovables como el viento o la luz solar y que podría jugar un rol clave en la descarbonización de la economía y la transición energética. Sin embargo, quedan aún algunas importantes barreras para que Latinoamérica pueda capitalizar estos beneficios.
Uno de los principales obstáculos en la actualidad es el precio. El hidrógeno verde, es decir, aquel que se obtiene a partir de energías limpias, tiene un costo de producción por kilogramo en América Latina que triplica al del hidrógeno gris, que surge de reformar combustibles fósiles, en especial el gas.
Desde NTT DATA sugieren tener en cuenta los siguientes pasos para la disminución de costos:
- Que la tecnología gane economía de escala: que se construyan plantas más grandes de renovables para reducir el coste de la energía eléctrica.
- Que disminuya el precio de los electrolizadores, una tendencia que ya se está dando, al punto que se espera que para 2050 caigan a un tercio de su valor actual.
- Que se aumente el factor de planta a través de estrategias de hibridación.
Para la viabilidad económica del hidrógeno, también es importante la existencia de mercados de créditos de carbono con precios relevantes que estimulen el uso de tecnologías verdes en contraposición con las contaminantes.
Para eso, es imprescindible que se desarrollen políticas y regulaciones que habiliten el despliegue del hidrógeno verde, disminuyan las subvenciones aún vigentes en muchos de los países de la región que benefician combustibles más contaminantes, y que comience a desarrollarse conocimiento técnico local del hidrógeno verde y en el escalado de energías renovables.
La oportunidad de negocio del hidrógeno y sus derivados
El hidrógeno puede transformarse en diferentes productos derivados. Entre ellos se encuentran los medios energéticos sintéticos basados en el hidrógeno y productos químicos básicos como el metanol, el amoníaco y los combustibles sintéticos (los también llamados e-combustibles o e-fuels).
A través de estos derivados se podría utilizar el hidrógeno verde como insumo para la producción de acero verde, el amoníaco verde para fertilizantes o los e-fuels, para la descarbonización del transporte.
El hidrógeno presenta también una buena oportunidad para la descarbonización de las industrias que requieren procesos con altas temperaturas y para el almacenamiento estacional en el sector eléctrico, que en Latinoamérica depende fundamentalmente de la energía hidroeléctrica, y donde podría jugar un papel de almacenamiento estacional en la transición de épocas lluvia a secas.
El papel de la región
La oportunidad para Latinoamérica viene dada por dos áreas. En primer lugar, el consumo interno de hidrógeno (H2) en los distintos países de la región, con una demanda actual de 4 millones de toneladas, y se espera un potencial crecimiento hacia 30 millones de toneladas según las previsiones de las hojas de ruta de los distintos países para contribuir a descarbonizar las respectivas matrices energéticas.
En segundo lugar, LATAM puede crear un hub de hidrógeno de exportación en los puntos de menor costo de producción gracias al gran potencial de recursos naturales presente en la región.
Las necesidades de exportación varían entre un 10 y un 85 por ciento en función de las distintas zonas geográficas, pero en el actual escenario se podrían priorizar Japón y Corea, en donde existe una gran necesidad de H2 para afrontar la descarbonización de la industria, y Europa, que con el contexto geopolítico de la guerra en Ucrania presentó el ambicioso plan REPowerEU, que se plantea producir 10 millones de toneladas de H2 renovable en ese continente e importar otros 10 millones de toneladas para 2030, lo que supone un total aproximado de 160 GW nuevos de electrolizadores para la producción de hidrógeno verde.
Por tanto, el potencial es enorme. Latinoamérica puede crear una economía alrededor del hidrógeno verde y posicionarse como un jugador clave en el concierto global de esta nueva tecnología.