Cifras de la Fundación Universitaria del Área Andina señalan que durante 2015 solo el 49,1% de los estudiantes que intentaron ingresar al Instituto de Educación Superior aprobó el examen de lectoescritura, mientras que el 50,8% restante no aprobó la prueba.
Pese a los esfuerzos del Gobierno Nacional por elevar el nivel educativo de los colombianos, con miras a cumplir su objetivo de ser el país más educado de América Latina en el 2025, los estudiantes de secundaria aún no muestran progresos significativos en las pruebas de lenguaje.
Así lo demuestran los resultados de admisión de la Fundación Universitaria del Área Andina, los cuales revelan que más del 50% de los estudiantes que intentaron ingresar a la universidad durante 2015 tiene problemas de lectoescritura.
“En 2015 presentaron la prueba de Lectoescritura alrededor de 1.305 estudiantes, de los cuales 664 no la aprobaron. Estos bajos niveles de lectoescritura tienen un impacto directo en el desempeño de los estudiantes durante el desarrollo de las materias”, señala Patricia Díaz Bastos, Directora de la Oficina de Orientación Estudiantil y Egresados de la Fundación Universitaria del Área Andina.
Por tal motivo, la Institución de Educación Superior (IES), viene implementando, desde hace algunos unos años, estrategias para la identificación de alertas tempranas, como lo son las pruebas diagnósticas: Razonamiento lógico, Biología y Lectoescritura. Estas pruebas hacen parte del proceso de admisión de la universidad.
En la prueba de Lectoescritura se evalúan competencias argumentativas, comprensivas, interpretativas y propositivas. En la competencia argumentativa, se trata de identificar las habilidades del estudiante para establecer acuerdos, defender puntos de vista, aclarar diferencias o realizar críticas reflexivas.
En la competencia comprensiva, se evalúa las habilidades para procesar un texto y comprenderlo, mientras que en la competencia interpretativa se busca identificar el nivel de comprensión de las diversas expresiones literarias.
Por último, se evalúa la competencia propositiva y en la cual se evalúa la capacidad del estudiante para construir modelos, la resolución creativa de problemas, el uso creativo y eficiente de métodos y estrategias de trabajo.
Luego de realizar el análisis estadístico de los resultados de la prueba se notifica al estudiante, a través de Orientación Estudiantil y Egresados, los pasos a seguir durante todo el proceso de mejoramiento.
Todo este proceso es liderado por la oficina de Orientación Estudiantil y Egresados bajo el apoyo del Departamento de Humanidades que es el responsable de realizar el control y seguimiento en el proceso de tutorías y consejerías académicas mediante un trabajo interdisciplinar logrando de esta forma contribuir al proyecto de vida del estudiante y enriqueciendo el modelo de gestión de la permanencia llamado Brújula.
Los colombianos no saben leer
Las más recientes cifras de la Encuesta de Consumo Cultural del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), revelan que menos de la mitad de los colombianos leen libros y, cuando lo hacen, en muchas ocasiones es por obligación.
La información recabada por el DANE revela que un 51,6% de la población dice no haber leído libros en el último año, frente a un 48,4% que sí lo ha hecho.
Sin embargo, en este último grupo se halló que más de una cuarta parte había leído un solo libro en estos doce meses. Solo un 5,5% de los colombianos llegaron a leer 5 libros en este período. En promedio, la población consume 4,2 libros al año.
Esta cifra se encuentra por debajo de las registradas en Argentina, Chile y Uruguay.
Dentro de la población que no lee, un 55,9% lo atribuye a falta de interés o gusto por la lectura, y solo un 5,8% a carencias económicas. Otras causas presentadas son: escasez de tiempo, priorizar otras actividades o preferir periódicos y revistas antes que libros.
Finalmente, para que el esfuerzo que se está adelantando desde la Fundación Universitaria del Área Andina permanezca en el tiempo y mejoren los índices generales, el Gobierno Nacional debe fortalecer sus iniciativas para mejorar el nivel de lectura desde la educación básica y primaria en Colombia.